miércoles, 24 de junio de 2009

TUS MANOS Y MIS MANOS NUNCA SUMARON DIEZ




DESPUÉS DEL MEDIO DÍA

Cuando en las noches caminamos sin ser felices, éstas nos dan miedo...
los espacios se dividen y las sombras tienden sus mantos para atormentar los recuerdos.
Ahora es tiempo de esperar,
hora de desvestir la noche de viejos cuerpos,
cambiar, dibujar, cortar la tierra y
soñar después.

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