lunes, 2 de noviembre de 2009

CONTRA EL MURO


ESTA VEZ

Esta vez... no lo leí
en el periódico del dia,
ni fueron las voces
en la television,
ni fue él, o ella,
los que viven cerca,
los que habitan
en mi barrio,
ajenos a mis dolores
geograficos
y lamentos,
era ÉL,
NADIE ME contaban,
lo habian asesinado,
era una corona de fuego:
eran dos hombre
mostrando sus ojos de
compradores y vendedores,
con sus fijuras de fuego,
a las 12 del día
viernes del 2009
rompiendo el hilo de
la vida urbana de PILO...
SE HABIA IDO PARA SIEMPRE.
Esta vez para mi sorpresa,
no era un anónimo,
ni fue necesario
los formalismos
del sentido pésame,
esta vez nadie lloro la muerte
del buen vecino,
ni el rostro era calle de despertares,
ni era otro país, ni otra vereda,
era esta mi ciudad;
la que camino todas las
mañanas, a la que pago
impuestos y doy dadivas,
en la que ejerzo mis derechos,
y me pierdo en mis defensas,
la que llevo
en mi vientre, la
que recorro y recorrí con
Él,
pero esta vez,
no fueron sus pies los
que lo llevaban, ni sus ojos
los que se abrían paso,
ni sus manos las que
saludaban,
no, esta vez,
pedíamos misericordia
a Dios, por su alma,
y por nosotros nismos,
esta vez,
lo llevabamanos
en un cajón de cartón,
de madera, de oro,
si, lo llevábamos a
la tierra de las despedidas,
y eran nuestras flores
y nuestras coronas
las que los acompañaron.

CONTRA EL MUERO


OCTUBRE 30
Tantos sueños
vendidos al mejor postor,
tantas frases que no
se pudieron decir,
cuantos besos y abrazos
que no salieron ese
dia al encuentro,
tantas caricias y besos
esperando su llegada,
tantos momentos que
se quedron callados,
silenciosos, sin preguntas
ni respuestas,
tantos silencios
que mi alma llora
derramando lagrimas con
los ojos cansados,
las manos mutiladas
y las esperanzas manchadas;
estoy a la puerta de la
despedida, de los silencios,
estoy a la puerta de
los labios que le dispararon,
de la bala que le quito la vida,
de la mano que quedo libre
para matarlo,
si estoy a la espera, de la
muerte, del sepelio, de los llantos,
los discursos, y los pañuelos
recogiendo dolores que
se le arrancan al corazon,
porque la verdad sea dicha,
no ha pasado nada,
nada diferente a lo de siempre,
pero esta vez era Él,
yo estaba en sus sueños
y en el juego de nuestra
infancia,
la diferenacia es, que esta vez
me pertenecia, estaba
en el tejido de la
construccion de mi vida.
Era su voz y su piel
familiares a mi
caminar,
Si, lo mataron, le quitaron
la vida, y tengo que decirlo
no paso nada diferente
a lo de siempre,
miento, lo diferente
es; que el estaba
en mi vida.






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