viernes, 3 de diciembre de 2010

MOLDE Y ARCILLA

A LAS SEIS
Ella siempre estaba esperándolo en la sala de estar donde nunca faltaron los Girasoles. El reloj de  péndulo dejaba sentir su tic tac lentamente después de la seis de la tarde, acompañandola en la espera. Hasta no sentir su presencia no se alejaba del lugar, sabia que debía llegar porque siempre lo hacia; lo mas tarde que  lo escucho entrar fue un día  antes de las once de la noche llevando un ramo de sus flores preferidas.
A pesar de que Él nunca se fijaba en Ella,  jamas perdió la esperanza, por eso nunca se fue del lugar, siempre estaba allí. A si fue que pasaron los tiempo del cometa sin que nada diferente a lo de todos los días sucediera. Él siempre llegaba  después de la seis de la tarde y salia en la  mañana. Nunca se daba cuenta que Ella  siempre estaba ahí aguardando que la reconcociera que se la llevara en  sus ojos y asi hubiera descubierto el amor que le pertenecia mas alla del color de los sueños y los espacios, que se detuviera para encontrarla cuando pasara a su lado, pero esto nunca sucedio. 
Pasados los tiempos del calendario, un día cualquiera de esos en que todo y nada puede pasar, Ella Murió. Él había llegado ese día con las flores que le gustaban y  que durante años Ella esperaba recibir, resuelto a  hablarle y decirle que la amaba  que siempre la había visto allí sentada esperando, que nunca se atrevió a mirarla esperando, siempre esperando que Ella le hablara.

jueves, 2 de diciembre de 2010

DE DIA
Era de dia y había dejado todo para mañana, no comió, no se vistió  y no volvió a dormir, estaba esperando que  amaneciera una vez mas. Al despertar y mirar el calendario sintió que había llegado el momento de deterse en su cuarto de color blanco, no quería hacer nada que pudiera dejar para el otro día, simplemente se sentó en la cama y no se movió. Estaba solo como estuvo siempre en su vida y solo lo acompañban las cuentas por pagar y las cartas que nunca envio. Llovía y hacia sol, todo olia a tierra y vegetaciòn. Las voces parecían quietas, no se atrevían a entrar, estaban detenidas a la entrada de las puertas y ventanas de la casa, se dibujaba el silencio en el lugar desvestido de recuerdos, no había nada que hacer, salvo aguardar a que pasara el tiempo; su único propósito era observar al reloj de arena que iba desocupandose lentamente, anunciando que el tiempo se estaba yendo y  en pocas horas amaneceria y seria de día, la espera estaba disminuyendo y la ansiedad crecia, hasta el momento en que este hombre de estatura pequeña y ojos negros, quedo paralizado y su rostro cambio de expresión, al sentir y  ver caer lentamente al suelo el viejo reloj de arena de la familia. Eran las 10 de la noche y no volvió a amanecer.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

RUMORES

Quiero decirte
siempre que roso tu piel
de campo y aire de madrugada,
que te veo en la sonrisa de tus ojos,
y quiero pedirte:
Dejame  esconderme
en tu cuerpo de porcelana
y en tu  rivera de antigua
civilizacion.
Permiteme ser canal de paso
y con tu permiso
dejame poblar tu sangre.
Autorizame ser cultura de tu
vida de habitacion,
dejandome descansar
en tu cuerpo de invernadero.
Dame permiso de sentirte y volverte
area protejida, para acampar
en el aire libre de tu vida.
Te pido te autorices y te permitas
sentirme entrar en tu piel
de lluvia y red...
Facultame en este dia
para ser pais prioritario
en tu vida de puertas abiertas
y otorgame  las fuerzas
para continuar amandote.
Dejame ser migrante, ave de tu
cuerpo, para poder volver siempre.
Facilitame con tu mirada
imaginar que puedo encontrarte
cada mañana entre mis
sabanas de colores,
tornandose mi cintura
zona de campamento.
Dejame etiquetarte
con mi mirada, y ser la
unica dueña del planeta azul
de tu cuerpo
y por favor, por ningun motivo
me permitas equivocarme
cuando recorra el paisaje de
tu exitencia,  navegando
tan despacio que
no podras  percibir mi presencia
ni yo tu ausencia.
Permiteme atraparte
sin que te des cuenta.
Y ahora que nada ha pasado,
pienso en las arenas movedizas
de tu cuerpo de pasaje comercial
y me dijo:
dejame permanecer escondida
en tu estanque de espejos.
Dejame presentir
por favor
que siempre estare habitada
por tu cuerpo de colinas, valles  y picos
y para finalizar,
estoy dispuesta a dormir en tus redes
si me dejas entrar en admistia.

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