LAPIZLAZULI PARTE II (Invernadero)

LA ESPERA
Llueve dentro de mi cuerpo
y chorros de agua tibia cubren mis
raices de sauce.
Estoy despierta, camino
de manera sospechosa
sobre  recuerdos de aromas.
La mesa en la cocina
el café y el periódico
guardan silencios bordados
entre lineas de papel.
Es lo de siempre, las esquinas, los circulos
y los silencios. Aclaro, no me
quejo, simplemente
dibujo con crayola lo cotidiano,
lo de siempre, alli sentada mirando
nuevos barcos sobre espejos
e imagenes trasnochadas,
esperando que te duermas.
Aun no ha dejado de llover y es tarde,
Y aclaro no me quejo
simplemente es lo de siempre
los encuentos tarde, las noches
con luces de neon y la acostumbrada
despedida.

LAPISLÁZULI -PARTE II ( Invernadero) -

ENAMORAMIENTO
Ya lo puedo esperar sin temores de hamaca.
Los espacios del amor se desvisten de
pasiones pensadas,
vídeos e imágenes sin paginas traducidas,
hojas de diccionario en idiomas diferentes.
Se desnuda
de brazos cansados, robando abrazos interactivos,
caminando horas interminables  entre
rejillas y pequeños pedazos de insomnio.
Muere
a espacios de amores de auditorio,
a oídos cansados y envejecidos
dueños de cuerpos sin bordes y sombras.
En estos tiempos el cuerpo esta
dispuesto ha dejar espacio de triángulos
y  pasiones de recortes que huyen
cuando se cierran sus paginas.
Este es el tiempo del enamoramiento.
Ya lo puedo esperar sin preocuparme,
acostarme sobre la cama sola hasta las 5 de la mañana,
desvestirme en su presencia
y quitarme el maquillaje del día al acostarme,
conocer y amar su cuerpo de mapamundi
cansado y lleno de cotidianidad,
hacer ejercicio en la habitación
y dormir hasta despertarme
y esto lo llámanos enamoramiento.
Embadurno mi cuerpo de cremas
de pies a cabeza
y el amor, ¿Eso de hacer el amor?
es posible que pueda esperar, si
esperar para otro día en que se este
menos cansado, estresado, y hay
que entenderlo porque estamos en la
etapa de estar enamorados.
Pero no hay que asustarnos, esto del enamoramiento
no es tan grave,
las ventanas no pierden los
colores del arco iris
y las pasiones no se refunden en ánforas
sin vino y agua,
estar enamorado es dejar y saber que los amaneceres
con  o sin mi permiso, se suceden uno por uno
en su orden y sin ninguna prisa,
estar enamorado es disfrutar
sin tantas preguntas, y signos de puntuación,
miedos, tenores y pitonisas,
es estar tranquila porque llego  a las madrugadas
y olio a perfume de mujer a cuadros.
Ademas, en teoría y practica
es sentirme hermosa y amada,  en medio
de mi celulitas, mis canas y mis años
partidos por la juventud de mi vecina
la secretaria en el trabajo o la jovencita
que siempre se detiene en su mirada,
y por tiempo de cirugía platica
recuerdo esos días que no se detienen y por una
vieja costumbre se celebran cada tiempo.
En esta etapa del enamoramiento
hasta los poemas cruzan el pórtico
de la espera y las palabras
se cruzan para decir te AMO de
una manera diferente... Ahora que
te he visto verdaderamente
desnudo y sin  trampas en el
corazón... SE QUE  HE DECIDIDO ESTAR ENAMORADA.

LAPISLÁZULI -PARTE II ( Invernadero) -

LA PUERTA
El cielo era delgado
y sentí cuando tu cuerpo dejo
caer la camisa de todos los días.
Recuerdo
tu figura de algodón contando de
puentes y sillas en
cartón cartulina,
musica clásica, carretas
de madera arrastrando
sombras de arena en museos
y programas de televisión.
El cielo no habia perdido su color
Y dije silenciosa...
...¿Ahora cuéntame de esa historias de amor?
Pero, me estas dejando ver
la punta del pie sin vestir,
sin medias,
y el pantalón sobre la mesa,
la camisa en el guarda ropa,
¿Y la puerta?
la puerta de la habitación
aun  entre abierta, tiene la
llave en la chapa
y mi cuerpo esta vestido,
cansado y
no hay, mesita de noche, ni closet,
solo arrastro mis y ojos y llego
hasta el vestíbulo, no me atrevo a salir
ahora que he empujado la contrapuerta
y te dijo con mi piel derrumbada
hablamos, hablemos, si, hablemos
pero ponte las medias y la
camisa y saca el pantalón del baúl
y cúbrete el vientre, y no me dejes
continuar deletreando el color de tu piel,
no dejes la llave a la entrada
y por favor,
solo platiquemos de amores
mientras te pones las medias y
tu cuerpo se aleja de mi paseo
a hurtadillas por tus contornos,
si, deja que la camisa
y el pantalón
se apoderen de tus piernas, de tus brazos,
de tu vientre, deja que sean ellos
los responsables de este sudor que
esta resbalando por mi rostro.
¿Y el temblor de mis labios...?

Recuerdo que
hay puentes y sillas en
cartón cartulina,
y aun escucho la música de Mozar.
Lo se,
esta bien,
claro que si.

No, no es que tenga miedo,
¿De que podría tener miedo?
es
que es tarde y tengo una cita a las diez.
Otro día con mas calma
¿Podrás contarme de esa historias de amor?
Pero por favor
que tus pies tengan  medias.

INVERNADERO

TEOREMA
Mi cuerpo esta invadido por tu
cuerpo de curvaturas y vértices.
Estoy construida de imágenes
virtuales en la desnudez de tu presencia.
En mi alcoba pintada con recuerdos
enmudecen mis labios con tu figura
de cartulina y papel calcante.
Hay tranquilidad,
quietud, no hay puntos divergentes.
estas callado, tibio, abrazado a
la esperanza, con los labios mudos,
entreabiertos.
Siento tus manos despiertas y prolongadas.
Parece que no existiera el sentimiento.
Pienso que ya no eres parte de mi existencia,
no estas pegado a mis lineas paralelas,
ni están desnudas mi palabras.
No estoy agitada,
sudorosa,
desesperada por verte pasar, o tocarte
con el borde de mi piel
o simplemente sospechar tu existencia
distraída, ocupado en vértices y esquinas
que no me pertenecen.
Si, pareciera que te he dejado de amar.
No siento la prisa de todos los días
en mi cuerpo de antiguos juegos.
Esta tranquilo,
apaciguado,
creo que esta confiado,
no en tu trabajo de escalinatas,
sino en el centro geométrico de mi existencia.
El amor en este día sin tiempo,
tiene tantas hojas en blanco
y otras tantas ocupadas
y otras tantas se escriben
que se pierde la razón con el hilo de ariadna
y el minotauro.
Estoy sorprendida.
Creo estar alejada de los días de lluvia,
de la arena de la playa,
y del sonido de tu cuerpo al caminar,
si, él  me llamara,
si no lo viera,
si mi imaginacion lo olvidara,
mi piel estaría acallada y quieta,
totalmente a paz y salvo.
En verdad parece que ya puedo
decirlo...
Estoy enamorada de Usted.

INVERNADERO

ENAMORARME
No tengo tiempo suficiente para enamorarme,
pienso demasiado en tus manos,
en tu cuerpo de salsa y merengue,
en tus-ojos  de brazos abiertos,
en tu piel con olor a campo y ciudad,
si, pienso demasiado en ti.
Esa es la razón
por la cual no  he podido
enamorarme.
Es difícil cuando no le dejas al alma
recogerse, cuando solo grito, vocifero.
No es posible que te ame
si te atrapo y simplemente pienso
en ti y te adhiero desesperadamente a mi piel.
Si, te llevo en mis ángulos y vértices.
En mis manos acaloradas,
en mis ojos inquietos,
en los espacios donde hay montañas
y ríos.
Yo te evoco con todo mi ser,
te reclamo en el eco de mi cuerpo,
te hilvano en la locura y la alegría,
en la tristeza y el recogimiento,
te camino, tienda de recortes,
papel fotográfico y punto de agua dulce.
Y precisamente eso,
no me permite enamorarme.
Quisiera dejarte en la esquina o en la habitación
o a la subida del tranvía
o cerrar las puertas y ventanas para no verte mas,
o perder la memoria,
pero NO, continuo buscando los
espacios a través de los postigos, para
secuestrarle al tiempo tu olor y tu sombra,
si, quiero tomarte con mis ojos
hasta escalar el centro de mi vientre, y allí,
beberte con mis manos cálidas,
despacio, tan lentamente que los días
se detengan
y no dejarte partir, te quiero vivo dentro de mi
caja de espejos y despertares.
Esa persecución, esa obsesión, es precisamente
la que me quita oportunidades para
amamorarme, te robo y me distraigo
con mis juegos de naipe y domino;
en estos momentos
es cuando pierdo la razón
y solo pienso en ti, en el sudor de tu piel,
en el movimiento de tu voz,
y en la tranquilidad del cazador.
¿Como enamorarme, si no dejo de
pensarte? Si te llevo a todas partes y
al final, cuando me pregunto por ti,
solo se que te llevo puesto,
que te encadeno a mi sangre
que te amordazo y te atrapo con
mis redes de pan de azúcar.
Pero no te conozco.
Ni me conoces.....
No tengo tiempo suficiente para enamorarme
porque solo pienso en TI...

INVERNADERO

RAYOS
No es que no me gustes
o no te ame,
todo lo contrario, me gustas mucho.
En medio de este remolino
de calles asfaltadas, avenidas, edificios
y casas de chimeneas puedo decirte
con toda confianza...
Debes estar seguro, te amo,
eres fuente convexa,
espacio libre y farol de enamorados,
lo que pasa es que estoy cansada.
Si muy cansada, vengo
caminando cuadras y cuadras
y aun no llego a casa,
pero te aseguro que te amo.
Sin embargo podemos
vernos mañana
en la tarde, al frente, en el garcero si te parece,
para platicar si es posible y si nos queda tiempo
nos damos un beso
y lo del abrazo, ni mas faltaba...
Si el abrazo.
Con gusto.
Pero no te preocupes yo te amo, solo estoy cansada.
El día es agotador
y tanto que hacer que no me acuerdo
de mi cuerpo ni del tuyo.
Pero eso no significa que no te ame.
Y la llamada, la llamada, bueno... Estoy ocupada
miles de cosas y ninguna se hace, pero
como siempre y a toda hora
ocupada.
Y los encuentro.
Esta bien, si lo que quieres son
imágenes y espejos planos
donde no no encontremos
estamos hoy de acuerdo.
Ya es hora, estoy cansada y
finalmente hace tiempo que no nos vemos.
Te amo.

INVERNADERO

LA CITA
Como me gusta llegar tarde
cuando se que no vendrás.
Cuando tengo la certeza
de no encontrarte.
Me gusta llegar tarde
cuando la cita no es para mañana
y sin embargo mi piel sonríe
bajo mi blusa blanca.
Te recorro buscándote en la linea
recta del roce de tu piel al caminar
y el olor de tu corazón se pega al mio
cuando pienso que estoy llegando
tarde.
Y lo se. No vendrás,
es la razón por la cual llegare tarde.
Se que aun no te has decidido
a encontrarte conmigo bajo la sombra
de nuestras manos cerradas.
Si, me gusta llegar tarde.
Entonces quedo idéntica.
Tomo un café y espero que llegue el momento
de marcharme y me voy cansada.
Enebro con los sueños tejidos en el bolsillo
de la mochila tu rostro
y quedo tranquila, sin división,
se que mañana llegare con el reloj
de las arenas del desierto.
Pienso la disculpa por distracción
y no me preocupa el lápiz de apuntes.
Es fácil disculparme en muestro tiempo de
mecánica clásica, se
que no hemos de llegar a ninguna hora.
Lo verdaderamente importante,
aun no lo hemos descubierto.
Estamos refundidos con el
hilo de Ariadna.
Desvestimos pirámides de arena
y caminamos los mismos andenes
sonrientes, y al terminar la jornada
no decimos nada,
sabemos que no llegaremos a la cita.

INVERNADERO

ESTOS DÍAS
Hay días como hoy.

Días en que quisiera ser 

camino de encuentro.

Días en que las palabras se alargan.

Quisiera que me esperara 

para tomar el café,

para contar lo que ha pasado,

para dejar de ser obra subterránea.

En días como hoy tengo la certeza

que usted puede

vivir sin mi y yo he elegido ser sobreviviente

a días como los de hoy.

Pero eso no implica decirle:

me gustaría

que me contara, que dijera,

que hablara que uniéramos 

esos espacios dedicados a la nostalgia.

En días como hoy la caligrafía de su

piel de papel, no se deja leer por mis

manos de geografía y salón de clase.

Quisiera saber como le puede sobrevivir
al devenir de la vida sin la magia de mis abrazos.
Es verdad, pero como me gustan
mis abrazos en su cuerpo.
En días como hoy
traduzco su cuerpo de domino
y quedo entre bambalina,
perdida por no encontrarme con

sus sueños, 

sus temores,

sus alegrías,

por no saber de las veces que quisiera
usted, ir al parque y sentarse bajo el árbol
del yopo.

Hay días como hoy

que le amo como como todos los

dias,

pero,  estoy tan desocupada 

de su vida,de usted

que a veces quisiera marcharme,

no continuar.

Sin embargo me quedo.

Imposible no ser capaz,

imposible que no pueda sobrevivirle 

a la insertidubre 

y no continuar amándole.

Pero en dias como hoy, la patagonia esta mas cerca

de mis caminos y estaciones

que su exitencia.

Hay dias como hoy

que la certeza  cuenta
que jamas le he encontrado, ni ha
caminado a mi lado.

Sin embargo insisto en quedarme

a pesar de que abra muchos dias como los de hoy.

INVERNADERO

SILENCIOS
Abrí la ventana del cuarto
y  el silencio de tu cuerpo
lo sintieron  las flores rojas
del jardín.
Tu rostro sonriente atravesó el cristal,
hablo quieta la mañana con
sus ojos azules, extendiéndose
sobre mi cuerpo de tierra y greda.
Los arboles quedaron callados,
observando al sol pintar tu risa
de mariposas amarillas,
en el prado de colores,
era  cómplice en
esta mañama abrigada
de rayos solares,
a través de la neblina mañanera.
Al abrir la ventana  se adentro
una vez más
en mi cuerpo de guitarra
 la alegría de tus pies descalzos..
Tus manos de remolino y briza golpearon
las hojas de mi piel adherida
al centro de mi vientre.
Otra vez el silencio.
Otra vez tu voz golpea
espacios sin tiempo,
hay brillo de cielo azul en la palma de
tu mano de artesano,
otra vez se oyó el movimiento
de  pétalos de  flores
en tu voz coqueteandole a
la tranquilidad de la mañana.
Una vez mas se abrieron las puertas
y el dia comenzo a caminar desnudo entre las
sombras de tu cuerpo distante.
Y cerré la ventana de la habitación.

INVERNADERO

ROSADO AL ALBA
Mi cuerpo de pizarra y borrador,
esta inundado de amaneceres,
campos de trigo y amapolas.
Es:
ciudad bordada por callejones antiguos
 y orillas empapadas,

y por supuesto  puedo ver 

tiras de papel o pampas de jabón

los días de lluvia, y sin lugar a dudas también

puedo

presentir el despuntar del día color naranja

cayendo sin prisa, muy cerca de los primero

deportistas en el parque de mi barrio.
Y al levantarme,
descubro en el pizarron

que una vez mas

y por esos segundos que inicio, la vida

me pertenece y puedo elegir entre la

infinidad de colores existentes

cual llevar en mi mochila de luces y sombras.

Y la rutina de la crema para los dientes,

al lavar la boca, mientras el espejo me mira,

deletreando imágenes que no entiendo,
imagos que pertenecen al sueño

que besa con sus labios  la cortina del día,
con ojos anegados de viejos atardeceres.

También puedo sentir en mi cuerpo el

agua de la ducha rompiendo antiguos
recuerdos de papa noel y hadas encantadas,

cuando con algo de pereza y sueño me quito

la pijama dispuesta a comenzar

el mes de octubre salpicado de rocio.

También camino y me

siento a desayunar café en leche,

huevos, pan y mantequilla,
jugo de naranja y pienso....

Vuelvo y lavo los dientes  y

pienso, la rutina  de todos

los dias antes de despedirme

atentamente de la casa de malvavisco donde
se anidas mis luces del alba.

Recorro los rincones con ojos cansados,

y te busco, y me parecía llevarte 

puesto, entre el claroscuro del horizonte.
¿Pero la verdad?

Quería que me acompañaras,

que te encontraras con mi piel al

despertar y saludaras los espejismos
que hacen parte de la vida, mi vida...

¿Como quisiera? Pero sin tan solo saludaras,

o si después, quisieras quedarte dormido...

Saber que estas aquí cerca, es importante,

sentirte muy cerca de estas fotos
de paisajes donde el cielo despierta sin ti.

Lo sé. 

Hay días en que me distraigo

y creo que todo me es difícil

y entonces me arrastro tras el mundo

y quiero verte,

tocarte,

estar contigo.

Esto es todo.

INVERNADERO

OTRO DÍA
Lo invito ha  almorzar,

pero no se inquiete, 

nada especial, no se ocupe, lo de siempre,

indispensable que sea hoy,

hoy puedo decir todo sin temores, ni miedos.

Así que le espero para almorzar.

Nada de etiqueta, como de costumbre,

con la ropa que siempre lleva, y la misma sonrisa.

No se preocupe yo invito.

No se sorprenda, nada especial que decirle,

simplemente he sentido en mi piel, 

entrar por mi ventana los recuerdos.

Es el momento del encuentro, las miradas,
y los rompecabezas,

hoy, como todos los días, pero.... Miento,

estoy un poco asustada, intranquila,

pero debo continuo contra el viento.

Llegamos y pedimos lo mismo,

y de rutina practica

lo vuelvo a mirar 

y oigo mi voz, diciéndole...

Y quedo como arrepentida.

Sin embargo, vuelvo y le miro

rastreando sus manos,
y le digo:

¿Como me gusta caminar a su lado?,

estar sentada en este espacio

de sol y voces.

Y quedo sorprendida cuando en

mi silencio de letargo, descubro

mi cuerpo de cerámica, 

y

como si fuera poco, 

siento su presencia de rutina y habito

y continuo charlando a los vientos.

Me gusta su forma

descomplicada y complicada

de no mirarme, me gustan sus

días y sus amaneceres,

sus llegada a tiempo y a destiempo

y sobre todo me gustan.... Los días bajo la

lluvia y el sol amarillo del medio día.

Pero que me seduzcan esos días, no es lo

importante... No sonría, que podría

perder la calma de los vientos,

no me mire con ese rostro 

imposible de dibujar con mis palabras.

¿Es tarde?...  Pero...Esta bien,

puedo seguir compartiendo

hasta el final espacios en blanco,
solo hasta cuando nos alcancen

el postre, si le parece... 

Bueno, un día cualquiera de esos días ya guardados

en el bolsillo de los tiempos,

usted se entro sin prisa en mis cuerpo de

invernadero y desde entonces permanece allí,

recostado, sin hacer ruido y yo aquí

con usted adentro, todos los días

mas adentro y usted allá, callado, con silencios 

eternos y frases que no me pertenecen. 

Sin embargo ya hemos acabado el postre y es hora.

Nos volvemos a encontrar,

otro día, en otro almuerzo.

INVERNADERO

RELOJ DE TORRE
Te recuerdo recogido en la
húmeda palma de mi mano.
Te veo paso gigante en mi tiempo de arena.
Te presiento caratula hexagonal
y tercera manecilla de horas
para momentos clandestinos.
Te pinto  colores de montañas
y escalo desnuda tu cuerpo de
avenida y calle principal.
Ahora te siento, torre y pared
pendiente de mil alturas,
soles con escalinatas de barro,
catedral de sol y aire en el centro
del reloj de ajedrez.
Te reconozco reloj de agua
en arboles y campanarios
y caes hoja amarilla, perdida
en  tardes de soles ahuecados
por la distancia a la puerta del sol.
Te evoco, cancionero de mil
notas musicales, sentado en la sombra
del viejo árbol de plaza principal,
rompiendo la memoria transeúnte, distante
de estas manos que te acarician
al declinar la tarde sobre
los cuerpo de luz y espacios
coloreados en sombras.
Mido tu tiempo de calendario
y media noche y quedo a la espera.

INVERNADERO

EL FESTIVAL DEL VIENTO
De espalda al viento
recorro  ojos desnudos,
silencios y amaneceres.
Diviso campos anaranjados, flores,
colores adornados, praderas verdes
donde el cuerpo  habitante, es niña
atrapandando vientos y cometas,
escondite que te dibuja con el pincel
de los vientos de agosto.
Te vuelves cometa de mil colores,
sueños atrapando ovillos de hilo
enmarañados entre manos despiertas.
Los cielos te arrebatan,
te poseen en las alturas
al compás del sonido de la briza
caprichosa de agosto. Eres cometa,
mi cometa de Agosto,
y quedas con mi permiso, suspendido entre
el cielo y la tierra.
Te veo agitado y juguetón
sujeto a la cuerda  y a mis recuerdos.
Eres linea recta uniendo
puntos de  circulo a la entrada
del frió de montañas,
responsables de abrazarte
con mi cuerpo de tela, nublada
por la lluvia húmeda de los vientos
costeros.
En tiempos de reloj y cuadricula
las hojas acalladas, caminantes
de las alturas,
surcan mi cuerpo de madera,
con el aroma de la tasa de café
seducida por los vientos desnudos.
Mi cuerpo de pagina ocupada se deja
poseer por el cálido rumor de
tu sonrisa de Agosto, en el
mes de los sueños..... y todo
queda anegado y ocupado por el aroma
de los tiempos de la cometa...
Permaneces madera de los tiempos,
puerta de entrada,
mes ocupado por el cálido
rumor de tu cuerpo de buhardilla.