CARTA DE AMOR No.4
Hoy le tengo como pereza a las llamadas cartas de amor, hoy tengo uno de esos días en que hasta lo mas sagrado puede perderse en mi vientre. Estoy oyendo a la Susana Rinaldi, como me gusta el tango, la salsa, la mal llamada música social, como me gustas tu, definitivamente, el amor esta como el aire ahí, no se va, se hace imprescindible para poder vivir. Hay momentos que pareciera que no es necesario el corazón, sino la nariz para continuar caminandole a este tiempo de calles y avenidas, de semáforos y días de esquina y perfumes, si, la nariz para respirarte y asociarte con el amor.
Es bueno un punto aparte para reflexionar, no te parece. Hoy continuo pensando que hay momentos en que el cuerpo parece mantequilla al sol, fácil de derretirse y llegar al suelo para que la pisen, se resbalen o la limpien con un trapero o la laven con agua caliente, en fin, nos hemos acostumbrado a unos amores de cuarto, a un amor de puertas cerradas, porque es mejor construir señores y señoras de almacén y revistero, llenos de compostura y extraños hasta cuando la puerta de cualquier alcoba se pueda cerrar y se reinicia la escena cuando se vuelve a abrir, el alfa y el omega del amor a hurtadillas. Pero en fin, esto no esta pasando con nosotros, somos tan diferentes que hay días en que sin darnos cuenta somos tan extraños que tengo que buscarte, tengo que sentarme y tratar de encontrarte en mi corazón, en mi piel, en tus ojos, creo a veces estar hasta confundida y pienso, yo amarlo que locura, yo estoy acá buscándolo quieta, en este salón de sombras y luces, de donde abre inventado esta película, pero me aferro a mi deseo y te saco no se de donde, no me preguntes nada, pero te vuelvo a dar vida, y te obligo a nacer.
Solo quiero que sepas que este es uno de esos días en que estaremos de aniversario.
Solo quiero que sepas que este es uno de esos días en que estaremos de aniversario.