jueves, 19 de mayo de 2011

ENSAYOS DE CARTAS DE AMOR No1

CARTA DE AMOR No.6
Estoy tan cansada, que hay momentos que hasta pereza me da marcar las teclas con mis manos, son uno de esos muchos días,en que el alma se recoge como papel de celofán, estoy como ahogada, caminando en calles de hielo frágil, cualquier paso hasta el mas pensado y ahí se agrieto y fuimos a caer al agua fría, mas que fría congela huesos. Me pesa todo, es como caminar despacio contra corriente, es desvanecerse en el tiempo, y en  el  mundo de las ideas, es reconocerme finita, terriblemente finita, es esperar, y esperar, es decirle a Dios que basta, que ya no mas, que esta bien, que todos ganaron, cerrar las puerta y sentarme en la esquina del parque y ver comer a los pájaros. Son momentos tan cotidianos desprendidos de mi alma que da igual. Sin embargo queda el sonido de las voces amiga y el abrazo de los reencuentros, los recuerdos fortalecen  al cuerpo debilitado por la jornada.
He reflexionado en el amor y pienso en lo  expuesto que esta a las emociones del hombre, lo fácil que resulta desterrarlo, desplazarlo, es extraño pero en los momentos de decisiones, y dificultad pareciera que pierde su puesto privilegiado, las tormenta ocupan sin ningún esfuerzo su espacio.Y hablar de amor, sentir el amor que esfuerzo, se que es indispensable en mi vida, que no puedo arrastrar los pies si el no me acompaña, pero no quisiera seguirlo, quisiera estar de piel para siempre, con profundas raíces, y un follaje para pájaros, solo quisiera crecer y que el agua me sirviera de alimento.
El amor, el amor, tantas cadenas unidas a este sentimiento, tantos miedo y decepciones, tanta opresión en el corazón y cuanto celo, sin embargo tan consustancial al ser humano, tan importante y tan escalerita de milímetros de pasos para que lo sigamos sin atormentarnos, siempre dispuesto a esperarnos, a quedarse a nuestro lado dejándonos llorar y renegar, ahí quieto, pero pegadito, sin dejarse desmoronar, dispuesto a levantarnos, a darnos las  manos y a llevarnos de la mano, el amor, que bonito sentimiento, tan limpio tan transparente, tan descomplicado y tan entregado, pero el hombre lo revuelca con sus pasiones y sus egoísmos y lo convierte en cómplice se sus bajos instintos, no le deja ser libre, lo obliga, lo amordaza lo utiliza y después se queja, lo culpa de sus desilusiones y de sus tristeza, lo amontona, lo rifa, lo permuta y finalmente lo difama, y el como el ave fénix renace para darnos la vida. Y los amores, hoy pierden su sabor, son incoloros e insaboros, no caminan, no hablan, no ríen, y si que menos abrazan o miran a los ojos, callan y en silencio se oye solamente la nada. Los amores en estos momentos no son sino eso, los amores.

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