sábado, 10 de enero de 2015

LAS PASTILLAS PARA LA TRISTEZA Invernadero IIIs

LA NADA
"No puedes evitar que los pájaros de la tristeza vuelen sobre ti, pero debes evitar que aniden en tu cabello". Proverbio chino

Estoy muriéndome en este vació de adentro hacia afuera,
en esta esfera de pasiones sin sentimientos
y en estos espacios aislados y ahitos de círculos sin
nombres.
No es indiferencia,
es sequedad, es desierto sin oasis.
Es objeción de conciencia.
Es la nada absoluta.
Es postergar la ausencia de las emociones.
No estoy animada, ni desanimada
simplemente camino sobre las aceras
y me siento en el escritorio a
cavilar sobre la mudanza y la fatiga.
Este vació hace arder el estomago deteniéndolo
a la entrada de la nada,
colores y frases que se ahogan en la garganta
son imagenes que aborta mi piel,
Hay confusión de etiquetas: una se lee la tristeza y
en la otra se deletrea la desesperanza,
hay ausencia permanente de sentimientos,
hay adicción  en el centro de mi vientre de
cotidianidad.
La garganta huele a hollín
y  los espejos están cargados de pensamientos
y utensilios de tocador.
Encuentro que el mundo esta servido
en medio de platos, servilletas, tenedores
y grandes bocanadas de humo con olor a agua tibia
ocupando el lugar de los demonios.
El vació es la ausencia y la exclamación
por permanecer desocupado en constante
estado de vomito, Y lo
que puede suceder con este espacio de los amores
se convierten en deseos llanos y vacíos
sin tormentas ni esperanzas,
mueren a la pasión las frases desnudas
y los sueños se ahogan
en envases de vino y ron cubano
para cocteles e ilustraciones de días sin tiempo.
Y tengo entre mis manos el rostro cansado de mi vida
golpeando muros de lamentaciones
que hacen parte de la historia
y ahora copulan con voces que se escurren a través del viento
y dejan mi cuerpo caído y sin vida a la espera
de la palabra mas cercana
al malecón de los recuerdos.
Y me quedo a la entrada del corazon de esta
capital localizada en los bordes
de mi cuerpo atormentado,
buscando en este sentimiento de hastío
el primer encuentro con el resplandor de su mirada
que me lleva  hasta su presencia
ahuecada
dejando sin vida los sueños...
Queda triste la tierra de mi cuerpo.
Tratando desesperadamente encontrar en este llanto fácil
su mirada confundida en esos ojos enmarcados
por la abundancia de sus cejas...
Pero la apatía,  ha abortado su mirada.

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