SIN TIEMPO

SENDEROS Nunca reconocí la presencia de las sombras cuando empezaba a deletrear la historia, nuestra historia. Cuando por descuido empece a amarlo estaba prohibido navegar en su cuerpo tan solo con la imaginación... Estaba allá, quieto, en tanto yo  daba cuenta de su presencia. Sentía en mi cintura, como no duerme mi lujuria contaminada por su presencia de canciones no olvidadas. Como entre sus manos alejadas del cadencioso movimiento de mis caderas yo moría inundada por el roce de su voz . propiedad privada de MARÍAS DE LA MAR, julio 2017 SENDEROS  No había prisa. No me eran ajenas  las murallas y los caminos empinados de sus labios,
mi piel despierta por  el frió que arropaba las tardes del viejo lugar se abandonaba a la desnudez
de los parajes donde nunca volvimos a encontrarnos, y comencé ese día agonizar en la indiferencia. Recuerdo, como entonces mi cuerpo de cartulina,  se lamentaba dejando que la lluvia golpeara    la piel desnuda...Mi piel. Jamas fuimos amantes.
Sin embargo lo  sentía tan intimo y dueño de mi paisajes ocultos,
que mis manos agotadas de tanto caminar se rindieron.
Su cuerpo perdido entre mis cuartos de crayola
quedo quieto hasta siempre, a la espera de su presencia para despertar. No hubo despedidas.
Estuve  llena de avenidas y calles asfaltadas.
Estuve guardada   entre cajas de trasteo y remembranzas,
Estuve hecha de  cuadros enmarcados en amaneceres amarillos con luz de luna
atada a  los soles del amanecer y el atardecer. Allí, Propiedad privada de marías de la mar 2017
confluyeron los circos y los coloquios para recrear las frases que nunca se digeron. Hoy los recuerdos son retazos de esos espacios populares perdidos
en los viejos hoteles de la mesa y la cantina de pueblo, son ladrones que rondan hablándole a los fantasmas, sobre su piel quemando mis agotadoras esperas que hoy no existen.
Tenia entonces tantos deseos de quedar pegada a su sombra, que pareciera que esta sensación nunca existió y  fuera simplemente un recuerdo que pongo en duda.
Hoy no tengo nostalgia del sentimiento por su  amor,
de la espera por su presencia y por el brillo de sus cielos, los del descanso azul de ese parque, de infinidad de colores, donde nos tomaron la ultima foto entre abrazos y despedidas. Hoy solo lo recuerdo como una bonita historia de amores y cuartos cerrados... propiedad privada de marías de la mar 2017