domingo, 20 de agosto de 2017

SIN TIEMPO

ES POSIBLE
¿Como me gustaba en esos días?
Que fácil era refundir la razón con
su cuerpo cálido de región tropical.
Como me gustaba verlo caminar por los pasillos de mi imaginación.
y que fácil que perdía  el juicio
cuando semtia los encuentro en las esquinas de mis ojos
y el reflejo de  sus pupilas  hidrataban mi cuerpo
que se desnudaba con mi piel y sus manos.
Que fácil refundía la formalidad y el entendimiento
cuando se detenían  los encuentros cada día
para recorrer con calma mis entrañas de sal marina
y desvestir mi voluntad con su sonrisa suave al tacto de mis ojos.
Que fácil perder la capacidad de reflexión
cuando dejaba correr los arroyos  de su alma en mi cuerpo con
ese olor a jazmín que atrapaba mis noches,
y se queda a mi lado invitándome a dejar de caminar.
Entonces me quedadaba dormida sobre su hombro desnudo.
Que fácil era entonces  perder la compostura
cuando su sombra me atrapaba entre sus miradas furtivas
y la piel de mi cuerpo se dejaba  visitar con el murmullo de sus frases
de trotamundos, olvidando la decisión
de alejarme y  me quedaba...  Apátrida en su trashumancia
acostumbrado a brazos diferentes a los míos.
Me sentía  fracción de una música
que era juego y compromiso en otros paisajes,
sentia celo con olor a playa y café.
Pero debo confesarlo, como amaba sus tiempos de llegada
y despedida..
...En esos tiempos sentir que perdía la razón
era creer en su existencia
 y siempre me detenía para recorrerlo
sin su permiso y con mi autorización.
Y
en  un desayuno con palomitas de maíz,
me gustaba rasguñar su existencia con la sombras
de mi desnudez,
y le contaba entre murmullos como cada día lo reconocía tejiendo mis temores y como se
adhirió  el olor de su existencia de tierra
y greda
después de la luvia, al centro de mi vientre.
Y entonces lo deseaba hasta el cansancio
anejada en un sudor salado que me cubria...
Nada extraordinario pasaba bajo mi piel, salvo
que siempre estaba al borde de perder la razón...
Recuerdo como dejaba en silencio mi cuerpo bohemio
tratando de localizarlo
en algún lugar de mi existencia,
porque yo estaba perdida, exiliada
en la orografia de su piel.
En este instante reconocerlo andante en mi voz
acorralada entre mis piernas de vino tinto
me permite  cerrar mis ojos para adentrarme
en esa vasija de barro que tanto amábamos los dos.
Ahora que lo pienso,
fueron infinitas las veces que perdí la cordura entre calles,
parques y avenidas,
donde su cuerpo jugaba con mis labios.
y lo deje entran detrás del portón de mis fantasmas a un mundo ausente
de ventanas, atrapados en las sombras de los días y las noches.
Pero fui tan feliz, me sentia bienaventurada,
lo amaba hasta lograr desbordar las palabras
de ese viejo cuaderno de apuntes.
Muchas veces perdí la razón y el tacto, y
me  deje escurrir, y llego
el día en que nos domesticamos en espacios
donde la esperanza atrapo nuestras presencias,
y  enloquecía perdiendo el entendimiento entre sus manos,
me bastaba sentir el roce de su corazón entre los amores
y las briza de las cometas
caminando en medio de infinidad de espejos,
que al caer sentía que mi único juicio eran sus labios...
Como se regocijaban  los postigos de mi cuerpo
con esos primeros  momentos
que se quedaron para siempre y se repetirán eternamente,
aun a pesar de la infinidad de hilos que se durmieron...
Por hoy quiero volver a perder la sensatez
y desvariar hasta el cansancio...
Pido a los Dioses del olimpo quedar sin memoria
para no empezar a sentir mi piel deambulando en su piel...
Necesito perentoriamente perder la memoria y dejar mi piel
sin sus huellas y caminos trazados.
Pienso al terminar este día...
Que difíciles dejar de evocar pantomimas del deseo
cuando no se  ha empezado as aceptar que los amores
pertenecen a las remembranzas,
y la piel queda pendiente de otro día de encuentro...
Por hoy recobro la sin  razón...cierro puertas y ventanas
y dejo dormir los fantasmas de la lujuria..
.


Seguidores