RECONOCER
(PALINDROMOS)
Aun no había comenzado a despuntar el día
cuando se voz se alargo hasta la puerta de la casa
entro y sentándose en el sillón de la entrada
dijo:
Desde hace algunos calendarios lo sé.(PALINDROMOS)
Aun no había comenzado a despuntar el día
cuando se voz se alargo hasta la puerta de la casa
entro y sentándose en el sillón de la entrada
dijo:
Desde siempre nos abrazamos y nos susurramos al oído lo mucho
que nos necesitamos para continuar amándonos
de la noche al despuntar del alba .
Ella me ve tan caballero, tan amable,
tan responsable, tan afectuosa con su piel.
tan responsable, tan afectuosa con su piel.
Nunca he llegado tarde a casa siempre lo repite.
Siempre la había buscado en el día entre luces y sombras
y cuando la sentía extraña
insistía y preguntaba la razón por la cual no se dejo encontrar.
Sin embargo. Hay días como los de ayer en que me
miro a los ojos, me tomo de la mano
y andamos el parque
como cuando eramos novios,
saboreamos las paleta de colores y miramos como juegan los
saboreamos las paleta de colores y miramos como juegan los
niños a no jugar con sus equipos
y juegos electrónicos,
y recodamos como eran entonces los recuerdos
de ese parque que paseábamos los dos
y como nos amábamos,
como nos bastábamos para amarnos sin reparos
ni reproches.
Y en días como estos, ahora no sonríen nuestros ojos,
solo sus labios desprender una sonrisa tan triste,
que no me atrevo a besarlos, siento como lloran
sus ojos al abrazarme.
como nos bastábamos para amarnos sin reparos
ni reproches.
Y en días como estos, ahora no sonríen nuestros ojos,
solo sus labios desprender una sonrisa tan triste,
que no me atrevo a besarlos, siento como lloran
sus ojos al abrazarme.
Y me pregunto entonces
¿Que es lo que no nos atrevemos a confesarnos?
son mis fantasmas y
mis miedos, o seré yo el que ha dejado de soñarla.
Camino ni piel mientas observo nuestras manos entrelazadas
y nuestras argollas del compromiso que jamas se desprenden
de nuestros dedos de la alegría como acostumbrábamos decirlo,
son mis fantasmas y
mis miedos, o seré yo el que ha dejado de soñarla.
Camino ni piel mientas observo nuestras manos entrelazadas
y nuestras argollas del compromiso que jamas se desprenden
de nuestros dedos de la alegría como acostumbrábamos decirlo,
y respondo entre murmullos y silencios,
solo siento que ya no existen los juegos de las escondidas
en el solar de nuestros cuerpos.
Y recuerdo esos otros días en que
llevamos temprano a las niñas al colegio
y otros días en que la tarde declina con el sol
en el solar de nuestros cuerpos.
Y recuerdo esos otros días en que
llevamos temprano a las niñas al colegio
y otros días en que la tarde declina con el sol
y cómplice la briza nos retoma de las cenizas y las abrazamos
entre uniformes y libros del colegio conjugando
los tiempos del aire con la desnudes de estos momentos
y ese dolor acallado en nuestro caminar ojeando
un cuaderno de notas y mensajes,
entre uniformes y libros del colegio conjugando
los tiempos del aire con la desnudes de estos momentos
y ese dolor acallado en nuestro caminar ojeando
un cuaderno de notas y mensajes,
y entonce aparecen los fines de semana
donde nos llevamos el desayuno a la cama
donde nos llevamos el desayuno a la cama
y a las niñas las atendemos todas las horas del reloj
y juegan y juegan que hasta el día sonríe,
y nos miramos abrasando a nuestras hijas
y tratamos de decirnos que nos amamos
y tratamos de decirnos que nos amamos
con nuestras miradas, pero no pudimos volver a decirlo
como en los tiempos pasados,
ya no nos escribimos en nuestras pupilas las frases de amor
que podíamos deletrear sin equivocación alguna,
y es entonces cuando nos acercamos y nos damos un beso
con nuestros labios y nos decimos: Te amo.
En ese mismo instante es cuando tenemos la certeza
de que nuestros amores están refundidos y lo inevitable
ha sucedido,
su ser y el mio se entretejen a otras puestas de sol,
su ser y el mio se entretejen a otras puestas de sol,
y no la podremos encontrar jamas en los recordatorios.
Pero se que logro enredarse en nuestros corazones
amores inesperados,
amores inesperados,
se que nos han arrebatado nuestros silencios
y nos obliga a no cruzar la linea del deseo.
Desaparecieron las juergas de amigos
y ese olor de la alegría que inundaba la casa
esta resguardado en nuestros bolsillos,
y esos los fines de semana cuando deshilvanábamos historias
en la guitarra ya no volvieron.
y ese olor de la alegría que inundaba la casa
esta resguardado en nuestros bolsillos,
y esos los fines de semana cuando deshilvanábamos historias
en la guitarra ya no volvieron.
Ahora somos lineas paralela,
somos analfabetas de nuestras emociones,
somos analfabetas de nuestras emociones,
todo es perfecto en los espacio de los espejos,
no volvimos a disgustarnos por muestras desamores,
nos obedecemos tiernamente y nuestros corazones
se comprimen en nuestros pechos cuando cumplimos
sin pedir ni dar explicaciones.
no volvimos a disgustarnos por muestras desamores,
nos obedecemos tiernamente y nuestros corazones
se comprimen en nuestros pechos cuando cumplimos
sin pedir ni dar explicaciones.
Y como duele nuestra tranquilidad de compromiso,
nuestras respuestas perfectas e inamovibles.
nuestras respuestas perfectas e inamovibles.
Ya nada perturba nuestra decisión de quedarnos.
Y saben... Seguimos siendo excelentes esposos,
pero tenemos la certeza de que ya no nos soñamos
entre sabanas de colores y agua de arco iris.
Que porque lo se...
entre sabanas de colores y agua de arco iris.
Que porque lo se...
Son nuestros ojos, nuestras manos, nuestros cuerpos.
Juiciosamente desvestimos el cuerpo para el amor
todos las veces que yo se lo insinuó
y las tantas que ella también me insinúa,
y nada parece haber cambiado, en nuestros besos,
en nuestras manos y en nuestra piel
y como siempre nos consentimos todo el tiempo,
pero nuestros ojos
no dicen nuestros nombres,
no recorren nuestra piel
y mucho menos nos despertamos junto a nuestros cuerpos cada mañana,
ya no convivimos anudados al roce de nuestras voces.
Son nuestros recuerdos lo que nos alimentan
y nos permiten sobrevivir-le a la tempestad del compromiso.
Me miro y me prometió
entregarme su existencia enredada para el recuerdo
y se fue...
Son nuestros recuerdos lo que nos alimentan
y nos permiten sobrevivir-le a la tempestad del compromiso.
Me miro y me prometió
entregarme su existencia enredada para el recuerdo
y se fue...