martes, 4 de febrero de 2020

BAMBALINAS


NO ME TOQUE

Por favor no me toque.
Que hay momentos en mi cuerpo en que las ciudades se desmoronan.
No me toque
que hay espacios ocupados por viejas manualidades
y es posible confundirlo con antiguos amores.
No me toques
que la tarde con su color amarillo refleja en las cortinas
mi amor ausente,
y su cuerpo de infinidad de formas y colores
se pierde en mis recuerdos.
No me toques
que la yema de mis dedos siente el calor de sus mentiras
en la punta de la lengua.
No me toques
que aún lo amo a Él-

lunes, 3 de febrero de 2020

BAMBALINAS


LLAMAME
Cuando llegues me llamas y conversamos.
Solo quiero que sepas que aún éxito.
Que a pesar de la infinidad de días que han pasado en
el calendario, aún le sobrevivo a las pasiones.
Y bueno,
contigo quisiera una torta de Nuez con flores de manzana,
acompañada con el  humo de un buen café.
Allá, donde nunca hemos dibujado mapas de colores
y sé que te ha de gustar.
Sé, que te vas a quedar poco tiempo conmigo.
Es por eso
que te necesito para llenarme de razones
y  sentimientos que se vuelvan canción.
¿Entonces bebemos un café?
Me llamas.

domingo, 2 de febrero de 2020

BAMBALINAS


ESCRÍBEME
Porque será que los amores cuando llegan nos sorprenden.
Porque será que los amores cuando se van también nos sorprenden.
Porque se pierden las sonrisa de esos primeros días.
Porque hoy a tu lado me siento tan complacida
que hasta he recordado sonreír,
tan desocupada de miedos,
y argollas,
y organización de bodas,
que logre ser un espantapájaros de miedos,
vestido de ropas
envejecidas por los remiendos del sol y el viento.
Escríbeme,
antes de entrar a la ducha
y cambiarte el pantalón de viaje por una pijama,
y entre suspiros y excusas nos ponemos de acuerdo.
Pero por favor escríbeme.

sábado, 1 de febrero de 2020

BAMBALINAS


MIRAME
Porque sin darnos cuenta la piel se desespera
y
nos acostumbramos a estas distancias de cumpleaños,
y nos sorprendemos
cuando nuestros paisajes de tiendas y bulevares
se evaporan conjugando  días de lluvia y sol
en los olvidos que nos alejan.
Tengo tristeza de despedida y secretos.
Tristeza por ese día que no percibamos cuando nos
estemos yendo.
Acomódate en medio de estos besos fracasados
y envíame un mensaje cuando llegues.
Y,
en un rincón del café, nos decimos un te quiero
de esos que huelen a olvido.

lunes, 28 de octubre de 2019

BAMBALINAS

PAPEL CALCANTE
Tomémonos un café
como lo hemos acordado en viejos
encuentros de cartulina y papel calcante
para manualidades.
tomémonos un café
sin la prisa acostumbrada
de la copias de las trasnochadas citas
que siempre se aplazan para otros adioses.
Tomémonos un café
y con escritura a mano 
posterguemos el recibimiento
y hagamos una copia de esos encuentros en original.
tomémonos un café
y mediante charlas de divulgación
patentemos estos deseos de postergar 
estas conversaciones invidentes.
Tomémonos un café
a puerta cerrada en los borden de un jardín
desprovisto de curiosidad y avisos
en cartas comerciales donde no hay
citas de amores y abrazos desperdiciados.
tomémonos un café
y evitemos la falsificación de estos encuentros
de citas pospuestas
en correspondencias perdidas en nuestras pieles.
Tomémonos un café 
y con lápiz o bolígrafo hagamos una copia exacta
de estos tatuajes de hogar y oficina
donde la compostura nos imposibilita
desnudar los cuerpos de nuestras ropas originales.
Tomémonos un café
y como consejo tengamos cuidado  
y usemos el papel azul para no emborronar los olvidos
en este manuscrito.
Y si e posible te invito y preparamos  un café
para no perturbar la memoria con
la distracción que nos ocasiona
una cita para tomar una taza de café. 

lunes, 14 de octubre de 2019

ARCILLA Y MOLDE

DÍA DE TORMENTA
Todos en la casa  habían olvidado su presencia, relegando su existencia a la buhardilla.
Sus años no volvieron a formar parte de las celebraciones familiares, se desvanecieron con el tiempo.
Llovía y era una tarde inundada por el  frió y las nubes que anunciaban tempestad. 
Distraía  su quietud desnudando su mirada a través de la ventana, y sentía como los cuerpos corrían bajo las  sombrillas con su infinidad de colores, mientas el tiempo con su sonido de truenos y relámpagos se acomodaba entre la lluvia y ráfagas de viento que despeinaban todo a su paso humedeciendo su piel.
Sus ojos estaban acostumbrados a vestir un verde claro que conjugaba perfectamente con su piel blanca haciéndolos casi imperceptibles.
Llevaba infinidad de días en su silla de ruedas empapando espacios por el olvido, hasta confundirse con los recuerdos.
Había sentido unos deseos inmensos por cada gota de agua que golpeaba el caminar sobre el asfalto resbalando con cierta calma por los cuerpos que se cubrían de su furia, sintiendo como se adentraba caudalosamente este aguacero en su sexos tibio, arrastrándolo entre los recovecos  de su piel, sin ninguna cautela. 
Entonces abrió la ventana que daba hacia la calle dejando entrar ráfagas de viento, entrelazadas con la lluvia torrencial, entregándose sin ningún pudor a sus duendes e historias que se adueñaban de ese aire caliente y esa tormenta de arena y polvo que abrazaba su cuerpo.
Se dejo llevar, encadenando con  su piel a los relámpagos y truenos que le permitieron hacer con sus miedos y deseos  un túnel  por donde anduvo hasta convertirse en granizo y parte de la tormenta, dejando en la habitación  la desnudez de la silla de ruedas y su cuarto con un fuerte olor a despedida.
De la tormenta de viento de ese mes de octubre solo quedo en la buhardilla una vieja fotografía hilvanada por los recuerdos en un viejo  porta retratos que permanecía cuidadosamente colocado sobre la mesa de color coba, donde todas las noches le llevaban un chocolate caliente vestido con el brillo de unos ojos que nunca zurcieron sus sonrisas con los de la casa, quedando la pupila sin ninguna imagen que  pudiera reconocer, este habitante de la nostalgia, en la antigua foto de la familia,..nadie pudo acordarse de su rostro.

miércoles, 9 de octubre de 2019

ARCILLA Y MOLDE


ARCHIVO
Le dispararon  el día que hacia su lanzamiento para la alcaldía de su pueblo arropado por las lomas que se dejaban seducir  por los surcos que dejaba el campesino con su animal de carga en el llamado camino de herradura.
-El ciego del pueblo le digo a la policía que Ella sabían quién lo mato…
Se hizo un silencio insospechado, lleno de miedos sordos y minusválidos. Todos sabían quien lo había matado
Hubo una declaración solo una.
Se inició el proceso de investigación en ese día, del mismo mes y año.
Pasaron infinidad de hojas en el calendario y todos se llevaron en sus cuerpos las historias y el despuntar del alba con los salarios por su trabajo silencioso, y sus investigaciones calladas, las pensiones como premio de constancia, se removieron funcionario y hubo hasta quienes se declararon impedíos.
Un día el encargado de arrancarle la hoja al calendario en que se señalaba el tiempo de la investigación no lo hizo.
-Hubo fallo. Dice el pueblo, la autoridad se pronunció, y se leyó: es imposible que un ciego pueda haber matado, la declaración estuvo mal tomada, lamentablemente hay una nulidad y es bueno volver a empezar.
Que es una nulidad decían los unos con los otros… una voz silenciosa dijo; -Algo se hizo mal y hay que corregirlo para que haya justicia. -Ah dijeron todos, mirándose sus ojos los unos con los otros.
Entonces… hay que volver a repetirlo todo y volver a citarla, pero dijo alguien, Ella ahora estaba enferma y tenía Alzheimer, su memoria se había refundido en la vegetación de las montañas y sus ríos.
Pero dijo el vocero del juzgado…  era la única que había escuchado y lo sabía todo.
Se volvió a leer después de otros tantos años.
Archivado por falta de pruebas.

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