Ayer mire
mis manos y pensé en tus manos
que no se
vende como mercancia al mejor postor.
Manos que
no se compran.
Mis manos
y tus manos andaban mi cuerpo de ciudad urbana
recorriendo
mi memoria y tu lucha despierta en tus
manos
guerreras
y tiernas.
En tus
manos encontré caminos donde habitaban juegos y juguetes.
Encontré
las calles desvestidas del grito de las escondidas y el soldado libertado.
Manos que
se encuentran bajo la lluvia, entre truenos y el futbol callejero.
Manos
encerradas entre pandillas y desempleo.
Pude ver
en tus manos voces hundidas en las drogas.
Manos que
perdieron la vida.
Manos
amantes de la soledad.
Manos
diferentes, manos de colores.
Manos que
hablaban de un solo país y de muchas esquinas,
de
infinidad de círculos y líneas paralelas.
Había
infinidad de manos huérfanas,
de manos
que caminaban con sus mirada cansadas
estas
laderas de hambre, miseria Y corrupción.
Y mis
manos lejos de las tuyas escucharon
voces
encontradas en la guerra de las palabras.
Había un
sitio que no conocía, lo llamas
senado y
a ellos senadores
y sus
manos y nuestras manos no se parecen,
son
diferentes a pesar de tener cinco dedos
y formar
parte de un cuerpo humano.
Sus manos
estaban llenas de caricias de cantina
y olían a
infidelidad y abusos laborales.
Había
gente llorando y lagrimas
sentadas
a la entrada de sus casas, donde
habia
hombres de gafas negaras y pistola
guapos,
agresivos y discretos
en la
penumbra de las sombras que los defendían.
Dicen que
tienen miedo y sus manos aprenden defensa personal.
Sus manos
cuentan fuera de nuestras fronteras
historias
diferentes.
Acarician
niños sin hambre.
Sus manos
viajaban en finos vehículos diferentes a
nuestros animales de carga
y la
mirada y la panza de los niños de nuestra tierra.
Sus manos
estaban limpias y hablaban de debates
y
trabajos académicos,
y tomaba
pastas efervescentes para aclarar la voz.
Eran unas
manos diferentes que también viven aquí,
donde
usted y
yo nos caminamos muy despacio algunas mañanas
y comemos
arroz, frijol y maíz.
Estas
también son, manos que hablaban de un solo país y de muchas esquinas,
de
infinidad de círculos y líneas paralelas.