viernes, 5 de julio de 2019

CONTRA EL MURO

TUS MANOS Y MIS MANOS
Ayer mire mis manos y pensé en tus manos
que no se vende como mercancia al mejor postor.
Manos que no se compran.
Mis manos y tus manos andaban mi cuerpo de ciudad urbana
recorriendo mi memoria y  tu lucha despierta en tus manos
guerreras y tiernas.
En tus manos encontré caminos donde habitaban juegos y juguetes.
Encontré las calles desvestidas del grito de las escondidas y el soldado libertado.
Manos que se encuentran bajo la lluvia, entre truenos y el futbol callejero.
Manos encerradas entre pandillas y desempleo.
Pude ver en tus manos voces hundidas en las drogas.
Manos que perdieron la vida.
Manos amantes de la soledad.
Manos diferentes, manos de colores.
Manos que hablaban de un solo país y de muchas esquinas,
de infinidad de círculos y líneas paralelas.
Había infinidad de manos huérfanas,
de manos que caminaban con sus mirada cansadas
estas laderas de hambre, miseria Y corrupción.

Y mis manos lejos de las tuyas escucharon
voces encontradas en la guerra de las palabras.
Había un sitio que no conocía, lo llamas
senado y a ellos senadores
y sus manos y nuestras  manos no se parecen,
son diferentes a pesar de tener cinco dedos
y formar parte de un cuerpo humano.
Sus manos estaban llenas de caricias de cantina
y olían a infidelidad  y abusos laborales.
Había gente llorando y lagrimas
sentadas a la entrada de sus casas, donde
habia hombres de gafas negaras y pistola
guapos, agresivos y discretos
en la penumbra de las sombras que los defendían.
Dicen que tienen miedo y sus manos aprenden defensa personal.
Sus manos cuentan fuera de nuestras fronteras
historias diferentes.
Acarician niños sin hambre.
Sus manos viajaban en finos vehículos diferentes  a nuestros animales de carga
y la mirada y la panza de los niños de nuestra tierra.
Sus manos estaban limpias y hablaban de debates 
y trabajos académicos,
y tomaba pastas efervescentes para aclarar la voz.
Eran unas manos diferentes que también viven aquí,
donde
usted y yo nos caminamos muy despacio algunas mañanas
y comemos arroz, frijol y maíz.
Estas también son, manos que hablaban de un solo país y de muchas esquinas,
de infinidad de círculos y líneas paralelas.

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