ILUSIONES
Esa tarde de octubre.
Ella quiso recogerlo mientras se pierden
sus sueños entre colores y sombras.
Ella extiende sus manos sin las suyas
a un taxi de mil tonalidades para
que la lleve a cualquier parte.
Ella quiere contar que El esta impreso
en su piel y que sus ojos la engañan
cuando piensa en sus labios.
Ella quiere gritar que se esta enamorando de El.
Todo pasaba a gran velocidad cuando la interrumpe
una voz habladora que le pregunta.
¿Señora a donde la llevo?
Me gustaría secuestrarla si se deja...
Ella sonrió y pensándo en El se dijo:
Son tantas las calles y las
avenidas, puertas y ventanas
que resolví dejarle al destino
nuestro próximo encuentro.
Son tantos los días llenos de su recuerdo
y las hojas de los calendarios que cuentan de días
abarrotados por la ausencia de su piel dormida en mis alucinaciones,
que resolví mirar a través de la ventana al arco iris en la ciudad.
Son tantos los momentos hilvanados con su presencia
que temo perder la memoria cuando se van despacio
sus manos caminando desnudas entre la gente,
en tanto yo enloquesida las persigo en singular.
Son tantos los fantasmas que reclaman su presencia
desvestida del sonido de su voz
que mi desértica existencia busca entre las sombras
espacios donde pueda contarle que quiero encontrarlo
para tomar un café, con un poquito de ron,
porque mi existencia esta antojada
del olor de su cuerpo.
Una vez mas la interrumpe la misma voz.
Señora aun no me dice a donde quiere que la escolte,
llevamos media hora recorriendo estas calles
saqueandole al destino su presencia...Ella miro su rostro
y quiso que se pareciera a El...Señora, volvió a repetir,
Señora... ¿seguimos?...
No, no, déjeme aquí...
