GAJOS
Eres:
eterno calendario de marzo y abril,
olor y risa de ronda
en mi cuerpo,
halito de voz presente.
Eres jugoso cítrico
y refrescante presencia,
eres fruta donde
me pierdo, me refundo,
y me olvido buscando
el sonido de tu olor anaranjado.
YA eres de noche.
Entonces, empiezan a
deambular mis miedos,
todos ellos
no duermen:
tu recuerdo reposa
a la sombra del farol,
tu presente es ilusión,
pesadilla y color del
amanecer de los venados;
tu recuerdo sigue caminando,
eres presente
pasado y futuro,
caminas y duermes
entre mis brazos
cuando hay sombras de luces
compuestas por rimas
y sonetos de crayola,
ojala la tarde se recree
y
no decline jamas
porque te amo en canciones.
Estas aquí, como siempre:
en la espera de la aurora;
permaneces reclinado a la orilla
de las semillas en mi amanecer.
Esperas que el blanco
de las paredes se
refunda con las sombras.
Continuas como de costrumbre
dormitando sobre arroyos de algodon,
eres el comienzo del amor
bañado en el olor del azahar.
Entonces los naranjos
desprenden de
tu cuerpo, aromas
que cubren de
colores del alba,
vuelvo a engendrarte
y naces otra vez
con los rayos blancos
del despertar.
Y
te vuelvo a delinear
en el olor de marzo y abril
y en la flor del azahar.
