martes, 16 de abril de 2019

POR UNA NOCHE

MUJERES COMO YO
Que diera por una noche con usted.
Pero quiero que sepa como soy en esos espacios
de luces y oscuridad, café y sepia.
En días como los de hoy, tan cotidianos,
tan repletos de momentos repetidos,
hay mujeres como yo.
Que les gustan las cuatro estaciones de Vivaldi.
Las novelas de aplausos y lágrimas, dramáticas
y soñadoras.
De vez en cuando soy agua caliente y jungla de antojos.
Pero…
Que diera por desvestir una noche con usted.
Soy tan excesivamente común y corriente,
infinitamente perneada por el silencio de los que amamos,
por las frases guardadas en las ausencias,
por los abrazos que nacen en reuniones y fiesta de cumpleaños,
por la reconstrucción en  talleres para parejas que mueren en cautiverio
y en ese ir y venir de los jeroglíficos trasnochados
ya sin significado para el día siguiente.
Sin embargo.
Que diera por tener junto a mi vientre su piel desnuda
por una noche. Solo pido una noche.
Pero soy tan común, tan común y corriente
que se rompen
los estándares tratando de ser diferente y sinónimo  en el intento.
Soy tan parecida que parezco igual y contradictoria a todas,
por querer darle gusto obviamente al hombre del anaquel,
el que dice que me ama y por supuesto al que yo debo amar tanto
que he dejado en el perchero mi identidad de pueblo urbano,
o de ciudad rural,  
porque me ama así, diferente he igual
a las demás mujeres que ha dejado en el rincón del olvido.
Porque me ha  elegido por ser repisa y lujo de sala de convenciones.
Que alegría y empiezo a sentirme ganadora en el juego de la ruleta.
Como se da cuenta mi apreciado amigo poblado de silencios,
esta soy yo,  domada hasta los huesos por amores  asfixiados
adictos a la compañía de sombras .
No obstante.
Como quisiera una noche donde sus labios me recorran entre sombras,
donde yo pueda  deletrear la palma de su cuerpo en el mercado de mis deseos.
Si, lo deseo  y solo  pido a los dioses una noche con usted.
Si, soy documental de emociones y recomendación,
 mapa de colores con puntos de partida y de llegada,
soy desigual e iguales por que soy como todas las mujeres
alga que vive dentro del tejido mágico del cuerpo del coral.
Y ellos los hombres creen ser estrella cuando son planeta
con luz prestada y colores atrapados.
En estos días que son mucho más de los que debieran ser
me extraño tanto, que no logro saber si estoy conmigo mismo
o me he detenido en algún escalón de mi historia,
por eso empiezo un camino despacio entre recuerdos
y espejos de agua, nubes de papel y agua salada.
Piénselo

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