HOMICIDIO
¿Qué es un homicidio preguntaron unos niños
en mi país, donde se juega de la habana viene un barco?
Sus caras eran de colores como lo es el arco iris,
y sus cuerpos se confundían los unos con los otros,
mezclando sus sonrisas de caramelo y melcocha en
la arcilla que entrelaza obras de ingeniería
y arquitectura al antojo de los encuentros.
Los mire con ojos de escultura,
sintiendo en sus rostros, la pobreza, la indigencia,
la riqueza y la abundancia.
Homicidio niños del juego de los zorros, la gallinas y la
serpientes,
es cuando se suma uno más dos y esto da más cuatro o
menos 2.
Cuando la intención es convertir la crayola de la
educación en increíbles pinturas
para congratular a quienes no habitan en nuestras
tierras
de café, petróleo, carbón y agua bendita.
Es un homicidio premeditado
cuando se amamantan los periodos del abc con leches
diferentes.
Cuando florece la orquídea de la impunidad en
convenciones y acuerdos
de salones revestidos de diversas tonalidades.
Cuando los campesinos y los artesanos, los
terratenientes, comerciantes, usureros y los dueños
de las grandes industria
entrelazan sus miradas de ofertas afrodisiacas en la
igualdad y la equidad.
Cuando se traspasan fronteras para encontrar manos
laboriosas que por pocos pesos llenan de dinero los
bolsillos
de los que un día nos volvimos empresarios
y el corazón quedo enjaulado.
Si, niños que en un tiempo de horóscopos y signos
zodiacales,
de titiriteros, macarillas y bebidas naturales,
han de despertar siendo parte de las letras del peridico
del dia.
Homicidio es niños del gato y el ratón.
Cuando convivimos con la deshonestidad disfrazada
de invierno,
o de primavera,
o de otoño,
o verano,
todo depende,
lo importante es que mi árbol crezca aprendiendo
ingles
sin gramática,
en contra de todo pronóstico y oposición.
NO importando que los pueblos mueran a la entrada de los
hospitales.
Que se juegue a las escondidas o la golosa con los
medicamentos
y la salud en medio de luciérnagas y grillos.
Que los puentes se inundan y los sanatorios los ahoguen
sus aguas.
Que los ríos se desborden y arrasen con puentes y
viviendas de lata y cartón.
Que el dinero sea una burla para los pueblos,
cuando sumamos, restamos, multiplicamos
y al final cuando la lluvia y el viento pasan
solo queda el anuncio y el ultimo chaparrón que cuenta,
si que Ellos, solo suman, no dividen ni multiplican
los dineros que ganaron por ser congresistas de mi
nación.
Cuando hay esas muertes de sindicalistas,
De voceros de los desamparados.
Cuando desaparecen por miedo las palabras
revestidas de valor señalando la injusticia.
Deshonestidad…
Es un niño que no puede jugar a jugar por estar vendiendo
en las calles.
Son ciudades escondidas de la guerra en barriadas de
invasión.
Niños, hombres y mujeres que mueren de hambre víctimas de
la indiferencia.
Es saber que en mi país unos comen a la carta y
otros una vez al día
permaneciendo en la guerra de los olvidos y el desamparo.
Cuando envejecemos en la amnesias de los abrazos y las
miradas de amor.
Cunado se permite apartar entre finos tejidos los
pechos cansados de amamantar para entrar
en la permuta de sus hijos por un plato de comida.
No tener tierra ni trabajo que me permita un día a la
semana
mirar el sol, las estrellas y saborear el cuerpo del ser
amado
en un cuarto diferente a la sala, que sirve de comedor
dormitorio de la familia.
Agujeros en el corazón hijo es homicidio
por donde se cuela recetas casera, joyas ,viajes...
Entonces respondieron los niños,
la tarea está mal hecha.
¿Pensándolo bien, hay diversas maneras de matar a un ser
humano?
Si y a esas acostumbramos no llamarlas homicidio.