jueves, 26 de septiembre de 2019

BAMBALINAS


¿DONDE VIVE?
Supongo que tienen una casa hecha de migas de pan
e infinidad de espantapájaros.
Supongo que tiene una ventana mediana
que se puede abrir y dejar que el viento entre
con todos sus invitados
 y se apodere de su
habitación  repleta de carros de juguetes
y sueños en bici.
Supongo que sus paredes tienen habitaciones,
paisajes y corredores,
televisión y variedad de música entre disgustos,
y la frase de siempre.
Yo fui el primero.
Supongo que mi casa es diferente a la suya.
La mía está llena de silencios que quieren parlotear
y me insinúan visitas de té y galletas.
Pero supongo que en la suya,
hay infinidad de murmullos
y voces que buscan los silencios
y no quieren convivir zurciendo visitas,
ni entrevista donde se completan crucigramas
o se juega a la sopa de letras.
Supongo que hay a la entrada de su casa
jardines que sonríen
entre las líneas mágicas de sus manos,
flores que existen con sus voces de marionetas,
voces caprichosas que se dejan oler solo a aquellos que
despiertan en  Ellas sus pasiones
de sala de emergencia.
Es un jardín que cuenta historias que nadie puede creer, ni oír.

Por eso lléveme a su casa.

Es verdad, donde yo vivo
tenemos espacios ocupados y algunos que aún están sin uso.
Tenemos una sala comedor que juega a desaparecen cuando
yo no la encuentro, pero me deja
una flor en el garrón
para que no me olvide de buscarla al otro día.
Si, 
mi casa tiene fantasmas, espantapájaros, y marionetas
con voces que se repiten
e infinidad de ellas  están colgadas en la pared.
No sé, le repito,
si no le tiene miedo a los duendes y fantasmas.

Esta invitada, pero no olvide que hay duendes.

Quiero que suponga,
que yo quiero que usted suponga que yo quiero
me acompañe a mi casa,
a pesar de los espíritus  y sus miedos.

Seguidores