Estoy perdiendo todo repetía con desesperación.
Pero que es todo, tiene carros, casas, hijos juiciosos, es abuela, un marido
que la adora, que puede haber perdido que es tan importante para Ella. Como era
su costumbre se acercó para saludarla. Llovía, estaba quieta mirando a través
de la ventana la lluvia que caía muy despacio sobre los paraguas que pasan por
el andén con paso rápido, pero que pasa le dije, y Ella con los ojos sin luz,
respondió, estoy quedándome sin recuerdos.