AVISO
Me acuerdo del mes de noviembre,
cuando era el mes mas hermoso que la tierra había parido
en medio de llantos de complacencia.
Te acuerdas de las flores especiales, diferentes a las rosas y sus historias.
Te acuerdas de esa primera mirada,
de ese beso, la primera vez que nos tomamos de las manos.
¿Te acuerdas
si aun no has perdido la memoria voluntariamente
a causa del cansancio?
Yo me acuerdo del borde de tu desnudez entre sombras y luces,
de los paisajes ocultos en tu pupila y el silencio de tus dedos,
de esos rincones donde tu voz disfrazaba de cantante de opera
los cristales que se rompían con nuestros cuerpos rotos
con el sonido de la música,
y los amaneceres despertaban desnudos con el alba.
¿Aun te acuerdas?
De esas paredes en blanco teñidas con espejos
murmurando secretos a cada puesta de sol.
De esos momentos en que despertábamos en el reposo
de los cuerpos inundados por el insomnio.
Me acuerdo especialmente de esas noches en que desperdiciamos
los encuentros cuando comenzamos a olvidarnos
y la nostalgia se lleno de amnesia.
¿Te acuerdas o lo has olvidado?
Te pregunto
porque anoche cuando postergamos
nuestros besos yo no pude encontrarme en la
confusión de las palabras
y ni nombre no estaba en el susurro de tu voz.
domingo, 23 de junio de 2019
sábado, 22 de junio de 2019
POR UNA NOCHE
TE GUSTARÍA
¿Te gustaría escaparte un día cualquiera?
Pero aclaro, conmigo.
Si quisieras, podríamos, digo,
perseguir diseños urbanos dibujados con
nuestros labios.
Y si no lo consideras atrevido,
por ejemplo, te propongo que podría ser hoy
sábado en la tarde.
Si te provoca me gustaría
poder aprender a transitar a través del cálido ambiente
de tu mirada
y que sea esta la oportunidad para tomarnos de las manos,
pasear por el parque,
por la plaza de mercado y sus pasillos,
recorrer el viejo museo de antiguos balcones y ventanales de madera.
Si lo encuentras pertinente,
se podría transitar sin prisa, sin tarifas, ni impuestos,
rosando nuestros cuerpos
en tanto la lluvia desafía al tiempo con sus nubes de colores.
Podríamos si no es imprudencia mía,
buscar avisos clasificados y habitaciones en alquiler
en tu cuerpo que evoca descanso en la ciudad,
y si estamos de acuerdo
más tarde pudiéramos arrendarnos indefinidamente
y poder de común acuerdo, los dos,
deleitarnos con la decoración de nuestros cuerpos de extranjeros.
Si quisieras, podríamos encontrarnos a través
de las ventanas de tu cuerpo,
la alcoba, la sala y la cocina
después de recorrer
calles y avenidas dentro de tu piel,
deteniéndome si es de tu agrado y me complaces,
a la entrada de cualquiera
de tus tiendas del deseo y tomarnos un café
que afuera está anunciado lluvia.
Si no interrumpo me gustaría
hoy sábado en la tarde.
Bueno, me agrada la idea, y me provoca,
sería una bonita ocasión para construir
con tu cuerpo y el mío la mejor cartografía del amor.
Pero hoy no puedo.
jueves, 20 de junio de 2019
POR UNA NOCHE
LOS DOS
¿Amor hay momentos en que te
siento distante?
Amor, yo también hay instantes en que siento
que no me acompañas, que tu cuerpo recorre
otros espacios donde yo no estoy contigo.
¿Pero amor?
No, no es eso lo que quiero decirte.
Hay instantes donde tus abrazos me son ausentes.
Pero amor, eso también me sucede a mí,
Infinidad de tiempos creo que al abrazarme
tu mente no reconoce mi cuerpo y el calor
del encuentro te es desconocido,
pareciera como si tu alma se colgara de las olas del mar
y entonces me hules al sudor y el cansancio de otra piel.
No, entiéndeme, eso no es precisamente lo que quiero que sepas,
es que hay intervalos de tiempo en que al detenerme
a la entrada de tu vida, encuentro
que los espacios
están ocupados de otros sueños y los dos miramos
esquinas y horizontes diferentes.
Pero amor, cuantas veces te
escucho hablar por horas enteras
y te duermes entre mis brazos y
los silencios
de mis palabras se convierten en
pantallas que nos dividen
y también nos alejamos,
pero amor, existe ese mágico hilo
del encuentro entre manteles, copas y velas encendidas
que nunca se desprenden de tu cuerpo y del mío.
Amor
tu eres exactamente la diseñadora del escenario de mi existencia,
eres la frase mágica que me
recuerda instantes que caminan mágicamente
entre nuestras argollas y el fino trazo del hogar.
¿Pero hay ocasiones en que siento que no me reconoces?
Amor, eso es verdad,
te amo hace más de muchos años,
tantos que ahora cuando se refunde
el aniversario en los días del año
tus ojos y tu cuerpo me reclaman el olvido,
¿Y has cambiado?
por supuesto, no eres como el sol
que se oculta por el mismo
punto,
eres como el horizonte en tardes de sol,
eres como esa luz de la despedida que baña el mundo en su hasta mañana
en medio de luces que tejen con colores paisajes diferentes.
hay en tu existencia desde el día que nos conocimos
tardes diferentes retratadas en un
horizonte que nos pertenece.
Hermosas son esas tardes,
porque en ese declinar del día mis manos te han saboreado
infinidad de veces,
y tu piel se ha quedado tatuada con cada quejido
en el centro de mi vientre, donde las mariposas
no dejan de revoletear
y mis manos aun hoy al recordar tiemblan de pasión
y siento como mi cuerpo se apodera de los valles y laderas
de nuestra existencia.
Amor solo quiero que sepas que te amo.
Amor eso también quiero que lo entiendas.
miércoles, 19 de junio de 2019
GUIJARROS
LOS AÑOS
Los años nos recuerdan y nos
olvidan.
Hay abandono en el juego
de los placeres de la galantería.
Se llenan de miedo nuestras manos
y la existencia quisiera volver a
repetir
ausencias y llegadas en medio de la costura y
el
fino hilo de los elogios.
Cuando nos asomamos por la ventana
en la calle los círculos vividos,
ellos caprichosamente se parten
en casas, puentes y espacios huérfanos de
abrazos.
Nacen invitaciones de reconciliación sin vestidos de novia.
Desaparece de la comisura de los labios
ese ser yo mismo entre lágrimas, risas y
biografías
heredadas.
Las lagunas de nuestras pieles están sentadas
a la espera
del sueño.
Se visten las esperanzas entre campos y
oportunidades de rosas
y los corazones de los crisantemos nos miran
y se convierten desde la magia del amor en espacios
blancos.
Hay diminutas sombras en un sin misterio
que camina entre cuerpos,
nuestros cuerpos,
sin equipajes y flores en el jarrón.
Ahora cuando los años nos revelan,
y nos invaden lentamente como en esos
primeros
encuentros en el amor,
aparece un porta retratos encima de los
sueños
lleno de imágenes de un pasado,
con tiendas confundidas con olores repletos de la artesanía
de nuestros jóvenes cuerpos jugando a
querernos a las escondidas.
Entonces nos encontramos
con la línea vertical de nuestra armonía
global
donde continuo pensando que tu cuerpo siempre
me ha quedado bien.
martes, 11 de junio de 2019
GUIJARROS
ALACENAS
ELLOS Y ELLAS
Ellas y ellos de
cuerpo entero se entrelazan en la esquina de
las calles,
dejando se acumulen las fotos en la pupila de
la historia.
De cuerpo entero,
mágicamente los tejidos de la vida
se quedan a la entrada del dueño del lugar,
dejando paso al festejo y la vieja botella de
vino tinto.
De cuerpo entero,
los pies, las manos, la piel, la cintura,
los
brazos, los ojos, los labios,
el pelo de infinidad de escuelas de colores
y ese sabor indiscutible de los olores,
es borde
de cumbres borrascosas en ese
preámbulo
de heroínas y desnudos que no se despiden
jamás.
Se ven de cuerpo entero, Ellos y Ellas,
recipientes y edificios viejos con figuras de galería
y voces temblorosas que después de los
tiempos
conocen los gustos de los amantes acumulados
en la memoria.
De cuerpo entero, Ellos y Ellas
en las noches son caminantes después de los
días de infinidad de tiempos,
se pintan con el frio cálido de la mañana con azul, amarillo
y magenta,
donde un cumpleaños hace parte de las
celebración
y los aplausos afectuosos evocan al apagar las velas.
Ahora hay un profundo silencio en los
cuerpos.
De cuerpo entero.
Y las preguntas golpean afanosamente la mente de hombres y mujeres…
¿Cómo visto
después de los 50 años utilizando las
tendencias
en los encuentros de amores, las despedidas y
los festejos ?
Nos han convertido en bodegones geométricos.
Figuras planas de restaurante de barrio y
cantinas argentinas.
Y aparecen voces que desprenden notas que
recuerdan
entre las sombras
ángulos
e iluminaciones a través del ventanal de los sueños.
Pero continuamos de cuerpo entero.
Se filtran espejos de agua
que hacen de los miedos al pelo corto,
las
arrugas,
las
canas y el sobrepeso, una competencia con los años,
y las líneas de expresión ocultas como
bandidos que aun
no delatan su intromisión en los rostros jóvenes,
reflejan, un banquete donde se debe usar prendas con movimiento
para no perder la costumbre de pertenecer a
la eterna juventud,
en la ciudad de los cuerpos.
La primavera, el verano, el otoño y el
invierno
son un tiempo de colores y cambio de
vestuario.
Vasos de publicidad y nueva galería en el
planeta
de los cuerpos de cuerpo entero.
Se bifurcan las lucen del universo en el baile de
la existencia
en un fino movimiento de rotación y
traslación
donde sin afanes me prometo que mañana será
otro día…
Otro día de cuerpo entero.
lunes, 3 de junio de 2019
POR UNA NOCHE
DISCREPANCIA
¿Quién le
dijo que no me acuerdo de usted?
De sus
labios que quisiera saborear con un buen vino,
de su pelo
negro acercándose a la pintura de los blancos
paisajes de
la neblina,
de sus ojos
silenciosos y oscuros,
de su
cuerpo lleno de mis sueños y abrazos,
de su voz
guardada en su cuerpo.
¿Quién le
dijo que no me acuerdo de usted?
No le han
dicho que quisiera encontrarlo
en las
calles de la ciudad,
en el
trasporte público mirando a través de la ventana,
con sus
ojos ocupados en acordarse de mi existencia,
en una
gasolineria,
en un
almacén de ropa para todos,
en una
librería,
en el
supermercado o en la plaza de mercado,
en una
esquina,
en una
venta de emparedados, pizza o hamburguesas,
en un
restaurante para vegetarianos, veganos o comedores de carne y pescado.
Quisiera
encontrarlo una mañana en el desayuno,
al medio
día en el almuerzo,
y en la
noche tomándose un café a la sombra de la oscuridad,
retraído y
silencioso,
queriendo
hablar del frio de la ciudad,
de sus gentes,
de la
problemática del país y del mundo,
del
desempleo,
de la paz,
de los
amores, sueños y pasiones,
de la
universidad,
de ser
profesor,
del sudoku,
de música o simplemente,
mirarnos en
silencio.
¿No le han
contado?
¿De cómo
quisiera encontrarlo al despertar muy cerca de mi almohada?
¿Por
supuesto que si me acuerdo de usted?
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