ELLOS Y ELLAS
Ellas y ellos de
cuerpo entero se entrelazan en la esquina de
las calles,
dejando se acumulen las fotos en la pupila de
la historia.
De cuerpo entero,
mágicamente los tejidos de la vida
se quedan a la entrada del dueño del lugar,
dejando paso al festejo y la vieja botella de
vino tinto.
De cuerpo entero,
los pies, las manos, la piel, la cintura,
los
brazos, los ojos, los labios,
el pelo de infinidad de escuelas de colores
y ese sabor indiscutible de los olores,
es borde
de cumbres borrascosas en ese
preámbulo
de heroínas y desnudos que no se despiden
jamás.
Se ven de cuerpo entero, Ellos y Ellas,
recipientes y edificios viejos con figuras de galería
y voces temblorosas que después de los
tiempos
conocen los gustos de los amantes acumulados
en la memoria.
De cuerpo entero, Ellos y Ellas
en las noches son caminantes después de los
días de infinidad de tiempos,
se pintan con el frio cálido de la mañana con azul, amarillo
y magenta,
donde un cumpleaños hace parte de las
celebración
y los aplausos afectuosos evocan al apagar las velas.
Ahora hay un profundo silencio en los
cuerpos.
De cuerpo entero.
Y las preguntas golpean afanosamente la mente de hombres y mujeres…
¿Cómo visto
después de los 50 años utilizando las
tendencias
en los encuentros de amores, las despedidas y
los festejos ?
Nos han convertido en bodegones geométricos.
Figuras planas de restaurante de barrio y
cantinas argentinas.
Y aparecen voces que desprenden notas que
recuerdan
entre las sombras
ángulos
e iluminaciones a través del ventanal de los sueños.
Pero continuamos de cuerpo entero.
Se filtran espejos de agua
que hacen de los miedos al pelo corto,
las
arrugas,
las
canas y el sobrepeso, una competencia con los años,
y las líneas de expresión ocultas como
bandidos que aun
no delatan su intromisión en los rostros jóvenes,
reflejan, un banquete donde se debe usar prendas con movimiento
para no perder la costumbre de pertenecer a
la eterna juventud,
en la ciudad de los cuerpos.
La primavera, el verano, el otoño y el
invierno
son un tiempo de colores y cambio de
vestuario.
Vasos de publicidad y nueva galería en el
planeta
de los cuerpos de cuerpo entero.
Se bifurcan las lucen del universo en el baile de
la existencia
en un fino movimiento de rotación y
traslación
donde sin afanes me prometo que mañana será
otro día…
Otro día de cuerpo entero.