martes, 11 de junio de 2019

GUIJARROS

ALACENAS

ELLOS Y ELLAS
Ellas y ellos de
cuerpo entero se entrelazan en la esquina de las calles,
dejando se acumulen las fotos en la pupila de la historia.
De cuerpo entero,
mágicamente los tejidos de la vida
se quedan a la entrada del dueño del lugar,
dejando paso al festejo y la vieja botella de vino tinto.
De cuerpo entero,
los pies, las manos, la piel, la cintura,
 los brazos, los ojos, los labios,
el pelo de infinidad de escuelas de colores
y ese sabor indiscutible de los olores,
es borde  de cumbres borrascosas en  ese preámbulo
de heroínas y desnudos que no se despiden jamás.
Se ven de cuerpo entero, Ellos y Ellas,
recipientes  y edificios viejos con figuras de galería
y voces temblorosas que después de los tiempos
 conocen los gustos de los amantes acumulados en la memoria.
De cuerpo entero, Ellos y Ellas
en las noches son caminantes después de los días de  infinidad de tiempos,
se pintan con  el frio cálido de la mañana con azul, amarillo y magenta,
donde un cumpleaños hace parte de las celebración
y los aplausos afectuosos  evocan al apagar las velas.
Ahora hay un profundo silencio en los cuerpos.
De cuerpo entero.
Y las preguntas golpean  afanosamente la mente de hombres y mujeres…
¿Cómo visto 
después de los 50 años utilizando las tendencias
en los encuentros de amores, las despedidas y los festejos ?
Nos han convertido en bodegones geométricos.
Figuras planas de restaurante de barrio y cantinas argentinas.
Y aparecen voces que desprenden notas que recuerdan
entre las sombras
ángulos  e iluminaciones a través del ventanal de los sueños.
Pero continuamos de cuerpo entero.
Se filtran espejos de agua
que hacen de los miedos al pelo corto,
las  arrugas,
las  canas y el sobrepeso, una competencia con los años,
y las líneas de expresión ocultas como bandidos que aun
no delatan su intromisión en los  rostros  jóvenes,
reflejan,  un banquete donde se debe usar  prendas con movimiento
para no perder la costumbre de pertenecer a la eterna juventud,
en la ciudad de los cuerpos.
La primavera, el verano, el otoño y el invierno
son un tiempo de colores y cambio de vestuario.
Vasos de publicidad y nueva galería en el planeta
de los cuerpos de cuerpo entero.
Se  bifurcan las lucen del universo en el baile de la existencia
en un fino movimiento de rotación y traslación
donde sin afanes me prometo que mañana será otro día…
Otro día de cuerpo entero.

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