DESNUDEZ
Todo había sido una apuesta. El
la había sorprendido desnuda en su habitación. La miro y sus ojos
quedaron vacíos, parecía como si quisiera huir, su rostro dibujaba el temor,
estaba aterrorizado. Tomo entre sus manos su cabeza y su estómago y comenzó a
vomitar incontrolablemente, anidando una respiración que se hizo muy fuerte,
desvaneciéndose lentamente hasta quedar desmayado. Su cuerpo quedo cobijado por
una delicado pijama de cuadros azules que le quedaba a la perfección y la compañía
de los gritos de auxilio de Ella, en
medio de su desnudez…
Su ropa fue siempre impecable. Tenía un
cuerpo finamente delineado sin exceso en su musculatura, brazos deliciosamente
bronceados, con una piel que invitaba a la seducción, sus labios delgados como
su rostro y ojos negros no dejaban de ser una aventura para el deseo. Los
mejores trajes para fiestas, deportes, tiempo de ocio, era siempre el mejor
pero nadie absolutamente nadie lo había visto desnudo.