jueves, 22 de agosto de 2019

ARCILLA Y MOLDE

NARANJA
Era la dueña del bar naranja, uno de los más famosos  por no decir que el más popular de la región.
-Ella tenía la costumbre de enamorarse por un tiempo y después cambiaba de amores. Todos sabíamos que cuando remplazaba la pintura del bar por un color diferente, lo hacía en honor a su nuevo amante.
Por esa época no se podía dar como pista para encontrarlo el color como se hacen ahora, era necesario hablar de la música, si, era una música especial,  que olía a jengibre con arándolo cuando usted la escuchaba, sentía tanta desesperación en su cuerpo que era obligación entrar a ese bar, entonces, Ella ofrecía la primera cerveza a su nombre.
Ella siempre vestía con un fino vestido corte princesa que contrastaba con su cuerpo moreno, y el  escote en círculo que dejaba al descubierto sus pequeños senos redondos, acariciados por esa seda cruda de su vestido asimétrico de color verde mar,  jugando con una amplia abertura que se desprendía desde su cintura.
Ese día miércoles se había vuelto a enamorar y estaba nuevamente pintado y terminado su bar, había un nuevo color cuando subió a la habitación con su último amante.
Ella  después de hacer el amor y dormir como lo acostumbraba hacer volvía a su trabajo asfixiada de alegría,  pero al despertar y querer colocarse su vestido ese día, no lo encontró y desde entonces el bar quedo con ese color naranja que ahora se le conoce, y Ella no quiso volver a ponerse nunca más un vestido, ni la música volvió a sonar, y desde entonces atiende en el bar desnuda.

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