LLEGADA
No quería quedarse sin amores,
le dijo tranquilamente a su corazón peinándose
frente del viejo espejo del baño.
Se despedia con un hasta después familia,
saludando la calle al trancar la puerta de un solo golpe
con sus ojos negros y despeinados sus cabellos cortos.
No había silencios en la calle principal.
todo parecía anunciar día de fiesta.
Los sentimientos estaban acostumbrados a las ventanas
y los cuartos oscuros.
Las avenidas se dejaban poseer por los carros
y los transeúntes perdidos en sus miedos se abarrotaban
los unos con los otros contando historias
que nada tenían que ver con el día que Ella había
creído especial.
Era un tiempo de historias y de palabras descocidas.
Ahora la espera era todo un cumulo de acontecimientos,
sentía que definitivamente los amaneceres y el transcurrir
de los días iban a estar acompañados por su ausencia.
Quería desprenderse de ese ir y venir por las calles
de la ciudad y de esos sentimientos pegados a la piel.
Pensaba mientras recorría los andenes
en la frase que la traquilizaba. Esto también pasara.
No sentía ni alegría, ni tristeza, una vez mas esta desposeída
de sentimientos, no amaba, ni odiaba, simplemente
pensaba en el deseo equivocado de amarlo.
Una vez mas había elegido equivocadamente.
Todo estaba en blanco y negro,
cuando su voz resbalo cerca de su cuerpo
y sintió como el calor de su presencia
deshilvanaba su corazon y sus manos
se entrelazaron, guardado las miradas
para otro dia.
