martes, 30 de julio de 2019

ARCILLA Y MOLDE


COPAS Y COCTEL
Ella era una biblioteca de encuentros en el sabor.
Los gemelos  en esa noche la querían obligar a elegir. Siempre llevaba puestos zapatos angostos y destalonados, con tacón delgado, logrando que sus piernas sofisticadas no se agoten invitando a un  Cherry Tootsie Pops. Tres cucharadas de vodka de chocolate,  Red Bull, Granadina.
Solo pensaban en el aroma, sabor y calidez. Se habían tornado  ansiosos, depresivos e irritables. Discutían sobre las Frutas cono el ananá y la piña, la menta la canela y la vainilla, bodes desnudos de azúcar, sal en concentrado de cereza y espirales de cascara de naranja, todo estaba listo.  Esa noche era de compromiso, pero…  la bienvenida, un Coctel margarita, tequila y sumo de lima… y el Cosmopolitan que llevaba jugo de arándanos que le encantaban.  
 Ella, llevaba un vestido de brocados en seda lila, a la altura de la rodilla que conjugaba el decorado con sus ojos delineados suavemente de  negro. Sus labios rompían las reglas de la seducción, entre el maquillaje,  el estilo y la boutique, y su calendario de encuentros se capacitaba con su rostro de piel trigueña y  mediana estatura que la saludo con un buenas noches, sal y  pimienta para el  Bloody Mary. Se leyeron los cuerpos mientras entregaba su bolso caja, de infinidad de tonalidades y sombras que no despegaban  sus miradas.  Se observaban, se habían atrapado.  Ella sugirió con  una insinuante mirada académica; mejor Pisco Sour  punto exacto para los dos: Pisco, jugo de limón, hielo y clara de huevo. No me gusta el tequila y los arándanos.

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