EL ÚNICO DÍA
El maldito honor... Pensó al entregar su dinero en la taquilla...Esto era un mal augurio, Ella no llego y el cigarro aun no prendía. Tenia miedo. En este juego jamas había perdido, y como era costumbre todo lo había apostado. Recordó todo cuando sus manos quedaron desocupadas y extendidas. Como de costumbre, tomo de primeras el sombrero de paja, el abrigo, los zapatos, todo.... se hizo en su rostro un silencio pálido y se dijo... Mi única equivocación... El guacal donde estaba el gallo.