jueves, 27 de diciembre de 2018

POR UNA NOCHE

ARGUMENTO
Todos lo sabían. Esto es un desequilibrio.
Ese sentimiento desordenado le hizo perder la razón.
El amor que estupidez.
Ella...
Ella lo deseaba
en un día sin lluvia, ni sombrillas,
las lágrimas se rompen en sus mejillas en pinceladas,
esculpiendo todo un mundo vestido de luto,
en tanto mira a través de la ventana del viejo caserón.
Ella lo amaba
en blanco y negro cuando pensaba en
la galería de imagenes peregrinas que la acompañaban
y estaban apoderadas de su existencia
provocando en su cuerpo alucinaciones.
Ella en sus ojos,
lo llevaba tatuado en infinidad de matices
y todo su cuerpo era su poema favorito,
escrito en historias que se marchaban.
Ella retrataba voces,
lo escuchaba y lo buscaba
en días que aun no eran de noche
cuando quiso encontrarlo en medio de la gente.
Ella desnudaba con su silencio,
a todos los que caminaban y
la tarde complice se dormía sobre los montes
desvistiendo las arrugas de las laderas y los valles,
dejando adormecidas sus alucinaciones.
Ella lo llevaba en su bolsillo
y  los campos que agonizaban con el ruido
de la espera y de su presencia de cuarto de alquiler,
estaban desangrados por el olvido
que crecía anidado muy cerca de su corazón.
Ella lo amaba con  cierto grado de enajenación
y combinacion de colores de sanatorio.
Esto dijo el medico por segunda vez.
Esto es locura...Enajenación, demencia clásica.
Ella se rió ha carcajadas al oír el diagnostico medico.
Ella sabia que esto era amor
y que el amor se parece en sus síntomas a la locura .

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