ARCILLA Y MOLDE

ACUARELA

Sus manos delgadas y alargadas, se dejaron elejir con delicadeza por un papel grueso, sin manchas, sin arrugas, de un color blanco como la nieve, que logro atraparla desde la esquina de su cuarto, donde las sombras de la tarde lo tenias resguardado, lo miraba entretenida, era de la calidad que quería, estaba fabricado con trapos de hilo troceados, hervidos y batidos. ELLA era una verdadera artista.
Con suma delicadeza tenzo el papel con pinzas, cinta adehesiva y grapas, para evitar que se encogiera, actividad que hacia con extrema delicadeza, ELLA, jugaba con los colores que diluía en agua de lluvia, arrancándole lentamente a la luz, su sonrisa y su cuerpo, tornándome en este ejercicio, en su complicé y amiga.

Toda ELLA estaba rodeada de trapos y vasijas de porcelana para el agua y las mezclas de los colores, estaba atrapada en espacios placentero de inconsciencia, parecía olvidarlo todo, había en ELLA un vació que la distanciaba de la esperanza, había perdido el dominio de si misma y no dejaba de trazar cada linea de manera apresurada, nada la detenía, ¿y la verdad? yo no podía dejar de observarla, había momentos en que sentía su pasión, su extasis, estaba totalmente comprometida con su labor de sacarle al papel su imagen.... Lo estaba logrando lentamente, era un espacio de sensaciones, hasta la briza de la habitación se conjugaba con su inspiracion, todo parecía estar dispuesto para que ELLA terminara su labor, había comunicacion, excitacion y entrega total. Todos estábamos participando en la creación, había voluptuosidad, trance y ansiedad.

...¿Como lo recurdo todo?... La terraza, los pasillos y los jardines del viejo caseron, eran complices de su delirio al igual que Yo. Mi alma entrando en los espacios del placer, habia perdido el dominio, para convertirme en su cuerpo, en su sonrisa, en sus labios EN SU OBRA; cada fibra de mi piel estaba tejiéndolo, su fijura se estaba adheriendo al papel y a mi piel, Yo, también jugaba con la infinidad de colores que brotaban de sus movimientos de partera, ELLA, lo estaba terminando, sentia que todo lo estaba perdiendo y ganando, el tiempo no se detenía, todo lo contrario, parecía estar atrapandonos, llegaba el momento final.

Hubo un instante en que lo infinito se detuvo, era un mundo diferente el que estaba abrazandonos, lleno de brillo y luminosidad. De repente, se construyo un silencio de entrega total y en un instante de transe, ELLA, desnudo su cuerpo y tomo entre sus manos agotadas, las acuarelas y las lanzo sobre su imagen de papel, una y otra vez, tejiendose una mancha de mil colores que se apodero de Ella, quedando en silencio para siempre.