jueves, 5 de abril de 2012

ARCILLA Y MOLDE

LA VENTANA
Mirando a través de la ventana pensó que odiaba ir a los sepelios, se decía en su silencio, se repetia una y otravez: al único que iré sera al mio, y solo porque es mi obligación.
El, La vio entrar a Ella a la funeraria, vestía de negro, llevaba puesto el pelo suelto como le gustaba. Entonces El, atravesó la calle y al entrar el espejo lo detuvo y se sintió extraño, estaba vestido de negro y llevaba esa camisa que lo hacia recordarlo. Pensó en su hijo, en su rostro, su sonrisa y  extraño los días sin su timbre de voz, ¿Que habrá pasado?... Coloco sobre sus hombros su mano temblorosa y se detuvo muy cerca de los ojos de Ella... entonces le miro desnuda de  alegría y en su rostro las lágrimas no dejaban de brotar.

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