viernes, 22 de octubre de 2010

REPETICION

REPETICIÓN
Hoy,
precisamente hoy,
en esta tierra de vinos
y azucares,
en este espacio de trigales
y girasoles,
estoy recreando tu imagen
con mis cañadas y
veredas,
te estoy amando desde
tus bordes de ferrocarril
y las lineas
oblicuas de  mi colina campestre;
quiero guardarte
en espacios libres, tejidos
con hilo de cometa
y aromas al paso de peatones
y bicicletas,
quiero bañarte de acuarela
al ritmo del
son y la salsa cubana.
Hoy, simplemente te repito
en este calendario de mi vida,
ahora, soy terminal  y
surco de tierra subterránea,
sin división de tiempos historicos.
Hoy,  simplemente
te estoy amando,
te reconozco
mendrugo de pan,
te presiento 
pupitre de colegio y
sofa de psiquiatra en
cuartos azules.
Te construyo, ausente y
distante
en  espacios de pantalla y muro,
te siento, perdido en la huella
y el tiempo,
si, hoy te veo cuarto de san-alejo
y me repito,
precisamente hoy...
Tengo mil momentos para ser agua,
autopista,
lapices de colores,
poema y refrán de paredes terminadas
en esta tierra de vinos y
azucares.
Te repito en mi silencio,
despierto al
levantar mi cuerpo de cobre
y madera,
arrastrado, hasta tu cuerpo
de caminos y riadas,
sinónimos zurcidos
con  besos dados al viento,
a la luna, al sol y
a la briza mañanera.
En verdad, hoy
tengo tantos deseos
de ser albergue de botellas
en espacios de encuentro
que olvide
 la promesa de amarte
 solo por hoy.

lunes, 18 de octubre de 2010

ARCILLA Y MOLDE

LOS SILENCIOS
No había caminado una cuadra y ya todo lo había olvidado, su nombre, su cara, su casa, sus andenes y recovecos,  todo es absolutamente todo formaba parte de los viejos andenes, entonces se sentó en esa esquina y no supo que hacer con su cuerpo desocupado, no podia pensar, ni recordar, era una habitacion vacia,  no existia el tiempo, el calor, el frio y la lluvia se adueñaron de su cuerpo quieto como si hubiera muerto, pero no, allí estaba, silencioso y acallado. Solo esa tarde cuando la vio recordó todo lo que había pasado, sonrió y cayó una vez mas en su letargo, decidió continuar sobre viviendo sin su recuerdo y con la memoria perdida en esa esquina.

ARCILLA Y MOLDE

ERA DE COLOR
Pensé que había llegado el momento de escribirte ahora que te veo de colores, dijo mal, eres especialmente azul. Pensé y  mire el cielo, las nubes y todo era azul, entonces me pregunte, sera que el azul existe, y volví a entrar y todo era azul, totalmente azul, y me quede callada, alce tu gato y  lo lleve lejos de este lugar azul. Que tiene que ver mi gato con este lugar, nada, absolutamente nada, por eso me lo lleve. La verdad de todo es que lo atrape en las manos y en mis ojos cafés, ¿a quien?, no entiendo, a Él,... Pero de quien hablas... Si lo conocieras, sin tan solo lo pudieras ver a través de mis ojos, harías lo mismo que yo, lo tendrías guardado en el cofre de los recuerdos, de color azul claro esta. Gracias a ese primer día, mis manos y mis ojos no han dejado de mirarlo todos los días, es sencillamente hermoso; es azul, totalmente azul. ¿Que es hermoso? ahí si tenemos problemas, hermoso es el azul, una rosa, un arrollo y una tarde despeinada por la briza de todos los atardeceres de Agosto, no me has dicho nada, es verdad, pero no importa, lo interesante es que forma parte de mi nueva hoja en blanco, de razón que siempre sonríes, es un secreto elemental,  si, es un secreto cotidiano, todo esta en esas paredes azules. Adiós... Y la carta quedo en el correo...

jueves, 14 de octubre de 2010

INVERNADERO

URDIMBRE
Como me gusta recrearme
en espacios prohibidos,
esquinas y  agendas ocupadas.
Como me gusta despertar  recuerdos
de imagenes y crayola,
me gustan los días cálidos y soleados
donde puedo amanecer en ti;
me gustan los recuerdos,
los reportes graficos de tu piel,
los caminos desvestidos
por telares y tapices
y la certeza de saber que
tu cuerpo de ingeniería
jamas encontrara arenas
que te dejen ser pieza
de entrada a mi cuerpo.
Por eso me gustan, mis manos de
arcilla quedama, dibujantes de puentes
y  sueños
entretejidos con la linea oscura
 de
tus labios, cómplices de mis manos
en tu vientre humedo
por el calor de la entrega.
Te recojo en este momento
 con mi rostro de
escuela y artesana,
trazando hilos de colores,
y secretas confesiones
que abren  puertas y  ventanas
para pintar el arco iris y la golosa
en  espacios callados
por mi piel de ataraya.
Como me gusta, en estos momentos,
quedar habitada por tus recuerdos
de ceramica y juegos de barrio,
me gustan las luces y las sombras,
empezando
a desnudar mi suelo,
llenándolo de letras en esta hoja
blanca de puntos y ciudades
que  dibuja
desde el centro del teclado,
espacios prohibidos
por  tu sonrisa  de pergamino
abrigando, vientos de tierra
que no dejan de  romperle
a la briza sus sueños,
volviéndolos cómplices
de mis amores
de arcilla quemada-

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