LOS SILENCIOS
No había caminado una cuadra y ya todo lo había olvidado, su nombre, su cara, su casa, sus andenes y recovecos, todo es absolutamente todo formaba parte de los viejos andenes, entonces se sentó en esa esquina y no supo que hacer con su cuerpo desocupado, no podia pensar, ni recordar, era una habitacion vacia, no existia el tiempo, el calor, el frio y la lluvia se adueñaron de su cuerpo quieto como si hubiera muerto, pero no, allí estaba, silencioso y acallado. Solo esa tarde cuando la vio recordó todo lo que había pasado, sonrió y cayó una vez mas en su letargo, decidió continuar sobre viviendo sin su recuerdo y con la memoria perdida en esa esquina.