jueves, 5 de abril de 2012

ARCILLA Y MOLDE

LOS CELOS
Saludo a todos en el salón menos a Ella,  hacia mucho tiempo que sus ojos no se encontraban, había silencio en la mesa y en sus cuerpos. Solo se comentaba la posesión del nuevo gobernador. El seguía callado y ella maquinaba infinidad de actos infieles, especialmente con Ella, esa joven que tanto le gustaba, lo sabia, todo cambiaba cuando ella llegaba, si, pensaba, debe ser que  tienen una cita, por eso se ve fatigado y ansioso. Sus cavilaciones fueron interrumpidas por  un golpe seco en la puerta y una voz que preguntaba, esta, si señor dijo su madre, sigan, Saludaron y se lo llevaron. Nunca supimos nada mas.

ARCILLA Y MOLDE

LA VENTANA
Mirando a través de la ventana pensó que odiaba ir a los sepelios, se decía en su silencio, se repetia una y otravez: al único que iré sera al mio, y solo porque es mi obligación.
El, La vio entrar a Ella a la funeraria, vestía de negro, llevaba puesto el pelo suelto como le gustaba. Entonces El, atravesó la calle y al entrar el espejo lo detuvo y se sintió extraño, estaba vestido de negro y llevaba esa camisa que lo hacia recordarlo. Pensó en su hijo, en su rostro, su sonrisa y  extraño los días sin su timbre de voz, ¿Que habrá pasado?... Coloco sobre sus hombros su mano temblorosa y se detuvo muy cerca de los ojos de Ella... entonces le miro desnuda de  alegría y en su rostro las lágrimas no dejaban de brotar.

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